Todas las víctimas son peregrinos chiíes que se encontraban cerca del santuario del imán Husein, nieto de Mahoma, en pleno centro de la localidad.
Este atentado se produce a pesar del amplio despliegue policial en Kárbala, que se prepara para celebrar el próximo lunes la festividad del "Arbaín" (cuarenta), una de las más importantes del calendario chií, que reúne miles de personas en esta ciudad.
Precisamente, durante esta celebración, Kárbala fue en años anteriores escenario de atentados que dejaron decenas de muertos.
En el "Arbaín" se conmemora el final de los 40 días de luto que cada año se guardan en memoria del imán Husein, asesinado hace más de 1.300 años.
Husein murió y fue mutilado a manos del Ejército suní de los Omeyas en el año 648 en la llamada batalla de Tuff, en Kárbala, junto a su hermano Al Abás y otros miembros de su familia.
Este hecho supuso el cisma entre el chiísmo, partidario de que el califato permaneciera dentro de la estirpe de Mahoma, y los suníes, que optaron por un califa elegido por la comunidad.