En estos cinco meses de combates, han muerto 39 civiles, 17 de ellos ejecutados por el Estado Islámico; 502 milicianos de Al Asayesh y las Unidades de Protección Popular (YPG), principal milicia kurda de Siria; 1.271 milicianos del Estado Islámico, 49 de ellos, suicidas.
Además habría varios turcos e iraníes muertos en los combates contra el grupo yihadista, que finalmente ha tenido que renunciar a tomar la ciudad ante la resistencia de las milicias kurdas, apoyadas por los bombardeos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
Estos bombardeos habrían acabado con la vida de cientos de yihadistas, según el OSDH, una organización con sede en Londres pero con una amplia red de informadores en el interior de Siria.