Al menos 16 muertos en nuevos bombardeos del Ejército sirio

En uno de los vídeos retransmitidos a través de Internet por los opositores se puede ver la ciudad de Deir al Zor (este) con las calles desiertas y columnas de humo saliendo de edificios de viviendas. En la grabación se pueden escuchar las explosiones de las granadas.

Mientras, en Duma (suroeste) cientos de personas han huido de sus casas ante la ofensiva de las fuerzas del régimen del presidente Bashar al Assad. Los efectivos gubernamentales han penetrado este sábado en la ciudad tras semanas de bombardeos.

Los civiles que han podido salir de la localidad aseguran que hay cadáveres en las calles y que hay gente sepultada bajo los escombros. "He visto al menos tres cuerpos en una esquina. Hay casas destruidas, otras incendiadas. Queda muy poca gente en la ciudad. Quienes pueden marcharse, lo hacen", ha explicado Abdulá, de 50 años, uno de los civiles que ha salido hoy de Duma.

"He visto un cuerpo que yacía en una calle y varios perros que se habían congregado en torno a él. Ha sido horrible (...). Estamos viviendo como refugiados dentro de nuestro propio país", ha explicado desde una localidad cercana a Duma adonde ha huido Abdulá junto a sus familiares.

Abdulá salió de Duma en un convoy de unas 200 personas más que vivían en su mismo barrio. En cada coche iban ocho personas. Tuvieron que pasar ocho controles con soldados "con todo el equipo" que revisaron sus carnés de identidad antes de permitirles el paso.

Otro vecino de Duma, Abo Omar, ha asegurado que los rebeldes se retiraron de la ciudad en la noche del viernes tras diez días de intensa ofensiva gubernamental y que hay cientos de detenidos. "¿Cómo pueden seguir luchando con pocas armas y enfrentándose a carros de combate y helicópteros? Ahora el Ejército de Al Assad controla la ciudad", ha explicado.

"Estamos llamando a la Cruz Roja y a la Media Luna Roja para que entren en la ciudad y retiren los cuerpos. Algunos cadáveres han comenzado a descomponerse", ha señalado Abo Omar.

En la ciudad ya no hay servicio de electricidad ni de agua corriente ni ningún medio para comunicarse. "La situación era realmente horrible. Las fuerzas de seguridad van a los hospitales y tememos por la vida de los heridos", ha denunciado un activista de la oposición.