"En el día de hoy, en nombre propio y de mis hijas, solicité a la Defensora General de la Nación someter a consideración la posibilidad de denunciar el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y que un veedor internacional siga de cerca la investigación", ha dicho Sandra Arroyo Salgado.
La también jueza ha pedido "estar a la altura y no seguir politizando un hecho en el que restan muchas cosas por despejar, más allá de la convicción que tiene su familia" de que Nisman no se suicidó, según ha informado el diario argentino 'La Nación'.
Así, ha exhortado a la clase política a evitar hacer "juicios de valor" porque "interfieren y condicionan la labor del Poder Judicial". "Pido prudencia, respeto, ética para la investigación de este hecho que nos conmovió como sociedad", ha insistido.
Arroyo Salgado ha considerado que la búsqueda de la verdad "debiera ser la actitud, no sólo de los funcionarios del Poder Ejecutivo, sino de la sociedad en su conjunto", citando en concreto a los medios de comunicación por "su rol como formadores de la opción pública".
Por último, ha subrayado su neutralidad. "Quiero dejar claro que yo concurro a este espacio, al que me invitaron, sin ninguna intencionalidad política, no soy oficialista ni opositora", ha afirmado, recibiendo la ovación de los parlamentarios.
MUERTE DE NISMAN
El cadáver de Nisman fue encontrado alrededor de las 22.00 (hora local) del 18 de enero en su casa, ubicada en el 13º piso de la torre Le Parc, en Buenos Aires. El fiscal del caso AMIA estaba tendido en el baño y con un disparo encima de su oreja derecha.
Aunque en un principio se barajó la hipótesis del suicidio, ahora tanto la familia como los investigadores lo han descartado. El Gobierno, por su parte, apunta a un complot de la Secretaría de Inteligencia para derrocar al 'kirchnerismo'.
La muerte de Nisman ha causado una gran conmoción porque se produjo una semana después de que el fiscal acusara a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y a su ministro de Exteriores, Héctor Timerman, entre otros cargos públicos, de encubrir a los iraníes sospechosos del atentado.
El atentado contra la AMIA tuvo lugar el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires y se saldó con 85 muertos y 300 heridos, convirtiéndose así en el mayor ataque terrorista perpetrado hasta ahora en suelo argentino.
A pesar de ello, sigue sin resolver porque los sospechosos, cinco iraníes entre los que se encuentran el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani y el ex ministro de Defensa Ahmad Vahidi, nunca han sido interrogados.