A lo largo de un día, la intrusa se paseó por el Loews Hotel de Philadelphia, donde se iba a celebrar una sesión privada del gabinete republicano en la que estaban presentes el presidente Donald Trump, el vicepresidente Mike Pence y el presidente de la Cámara de Representantes Paul D. Ryan, además de otros miembros del congreso republicano, según informaciones de The Washington Post.
Por lo visto, la misteriosa mujer traspasó el parámetro acordonado porque pudo hacerse pasar por la esposa de uno de los legisladores que asistieron a la reunión y pudo grabar en secreto las conversaciones de las distintas reuniones que se mantuvieron sobre seguridad nacional.
La entrada al recinto estaba restringida a los miembros del Partido Republicano, familiares y a algunos empleados previamente autorizados. Los periodistas y medios de comunicación tuvieron que esperar a la salida.
Esa misma noche, las grabaciones fueron enviadas de forma anónima por correo electrónico a los medios de comunicación, que no tardaron en publicar información sobre las intenciones de Trump para revertir el sistema de salud demócrata o también datos que denotaban las tensiones internas dentro del propio Partido Republicano.
La identidad de la fuente aún se desconoce. Sin embargo, una vez que los periodistas del The Washington Post analizaron y verificaron las grabaciones, avisaron a los legisladores de que sus reuniones habían sido espiadas. Esto despertó una gran indignación entre las autoridades y fue, particularmente, el congresista republicano David Brett quien insistió en que lo que estaba ocurriendo era inaceptable "al menos en términos de seguridad", ya que la persona infiltrada "podría ser peligrosa". Asimismo, han exigido respuestas acerca de cómo una intrusa pudo llevar a cabo esta intromisión en el sanctum sanctorum de los republicanos.
Según declaraciones de Charlie Dent, uno de los miembros de la Cámara de Representantes, "Los diputados quieren tener una discusión sincera sobre los asuntos en ese ambiente". Por su parte, Mark Stand, el director de Congressional Institute, ha confirmado que hubo "un acceso no autorizado" en la reunión.
Es por ello que la Policía ya ha tomado cartas en el asunto. Ha iniciado la investigación del caso y todo apunta a que están cerca de descubrir la identidad de la mujer misteriosa, quien podría haber utilizado un pase falso para entrar en el edificio. Se estima que pasó unas 11 horas en el recinto y luego fue expulsada.