La joven contó el incidente, ocurrido este martes y que le pudo costar la vida. "De repente sentí un tirón y un mordisco"...Tuve que sacar mi pie y pensé tengo que salir del agua inmediatamente".
Así explicó a los medios la experiencia con un tiburón que le ha dejado una fea herida de un centímetro de profundidad en uno de sus muslos.
La mujer, que se siente muy afortunada, ha contado que no vio al pez en ningún momento, pero por la forma del ataque los expertos creen que fue un escualo.
"He tenido mucha suerte. hay gente que han perdido sus piernas, y trozos de su piel y yo voy a tener la suerte de caminar. Si no se infecta quedará apenas una cicatriz".
El animal la mordió dos veces en el mismo lugar, le han dicho los médicos que la atienden.
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