Mursi critica duramente a la oposición pero reconoce haber cometido errores

EUROPA PRESS 27/06/2013 03:52

El presidente de Egipto, Mohamed Mursi, ha criticado duramente a la oposición durante un discurso pronunciado este miércoles, en el que ha culpado a "los enemigos del país" de paralizar la situación política, si bien ha reconocido haber cometido errores a lo largo de su gestión.

El mandatario ha manifestado que las decisiones de la Presidencia "son cuestionadas continuamente", tras lo que ha recordado que algunas formaciones opositoras se negaron a participar en las conferencias de reconciliación nacional. "Eligieron cuestionar la legitimidad del régimen electo", ha dicho.

"Desgraciadamente, algunas personas de la actual oposición eligieron abandonar pronto las normas más básicas del proceso democrático. La oposición leal ha de cumplir los objetivos fundamentales de la transferencia pacífica de poder y hacer al Gobierno responsable de sus errores", ha agregado.

En este sentido, se ha preguntado si "es democrático imponer unas opiniones individuales al resto de la población y establecer condiciones previas de cara a un diálogo". "El camino del cambio es conocido, ¿por qué no lo seguís?", ha preguntado a la oposición. "La polarización y las disputas políticas han alcanzado un punto amenazante que podría desembocar en el caos", ha advertido Mursi.

Asimismo, ha recalcado que "los residuos del antiguo régimen puede dejar de extender el caos y alcanzar un acuerdo con las autoridades o terminar en la cárcel", antes de lanzar un ataque personal contra el exprimer ministro y candidato presidencia Ahmed Shafiq, del que ha recordado que está fugado de la justicia antes de anunciar que se presentarán nuevos cargos de corrupción contra él por la compra de un avión.

Mursi ha extendido sus críticas a la oposición a través de los métodos de protesta elegidos en algunos casos y ha subrayado que "los continuos llamamientos a manifestarse costaron el año pasado a la economía egipcia más de 15 millones de libras egipcias" (alrededor de 1,6 millones de euros).

"Si no hubiéramos sufrido estas pérdidas económicas a causa de las manifestaciones, no hubiéramos necesitado solicitar un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI)", ha argumentado Mursi, antes de resaltar que "la expansión de la violencia y el bloqueo de carreteras y ferrocarriles es algo completamente ajeno a Egipto".

Por otra parte, ha asegurado que "ya no hay presos políticos" tras haber "amnistiado a todos ellos", contradiciendo así las denuncias de numerosos activistas, opositores y ONG nacionales e internacionales.

AUTOCRÍTICA

Mursi ha hecho también autocrítica durante su discurso y ha reconocido que comete errores "en muchas ocasiones" y que "se necesitan reformas drásticas en las instituciones estatales".

"Los errores son probables, corregirlos es un deber", ha dicho, antes de anunciar algunas medidas para intentar aplacar a sus opositores, entre ellas el aumento del salario mínimo de cara al futuro, si bien no ha dado fechas concretas.

Asimismo, ha anunciado la formación de un segundo comité para la reconciliación nacional que, según ha subrayado, "representará a todos los segmentos de la sociedad egipcia". Igualmente, ha asegurado que enviará todas las enmiendas a la Constitución acordadas por el comité al Parlamento durante su primera sesión.

CRÍMENES DURANTE LA REVOLUCIÓN

Respecto a los crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad durante la revolución de 2011 que se saldó con el derrocamiento del expresidente Hosni Mubarak, Mursi ha indicado que una de sus responsabilidades es "conseguir una retribución a toda esa sangre".

El presidente ha vuelto a cargar contra el exfiscal general Abdelmeguid Mahmud, al que ha acusado de haber absuelto a todas las figuras del antiguo régimen responsables de las muertes en la llamada 'Batalla de los Camellos', en febrero de 2011.

El incidente se desató cuando un grupo de matones montados a camello y caballo irrumpió en Tahrir en medio de una manifestación, matando a once civiles e hiriendo a más de 200. Su actuación estuvo respaldada por francotiradores emplazados en los tejados de los edificios cercanos.

Los 25 acusados fueron absueltos el 10 de octubre de 2012, desatando una oleada de indignación ante la posibilidad de que el crimen quedara impune. Las críticas se centraron en la Fiscalía, a la que acusaron de no entregar las pruebas necesarias para condenar a los responsables. el Tribunal de Casación mantuvo la absolución en mayo de 2013, ya con Abdula Talaat Abdalá al frente de la Fiscalía.

ENFRENTAMIENTOS

Horas antes de su discurso se han registrado manifestaciones protagonizadas por seguidores y detractores del mandatario en varias localidades del país, algunas de ellas han derivado en enfrentamientos violentos.

Los sucesos más graves se han registrado en la localidad de Mansura, ubicada en el delta del Nilo, donde al menos una persona ha fallecido y 225 han resultado heridas, según el director del Departamento de Emergencias del Ministerio de Sanidad, Jaled el Jatib. Sin embargo, fuentes de seguridad han elevado a dos el número de muertos.

El Jatib ha indicado que el fallecido ha muerto a causa de heridas de gravedad en el abdomen y el pecho tras recibir un disparo con una escopeta de perdigones. La televisión estatal ha indicado que en los enfrentamientos algunos de los participantes han usado este tipo de escopetas, así como armas blancas y cócteles molotov.

También se han registrado enfrentamientos en la ciudad de Tanta, también en la zona del delta del Nilo, aunque ni autoridades ni activistas han informado en un primer momento del posible balance de víctimas.

Por otra parte, cientos de personas se han manifestado en la localidad de Sharquiya frente a la residencia privada de Mursi y a la oficina del gobernador para solicitar la dimisión del presidente.

La protesta ha sido organizada por la campaña civil Tamarod, que cuenta con el respaldo de la coalición opositora Frente de Salvación Nacional (FSN). El grupo ha afirmado haber recogido 15 millones de firmas reclamando la salida del poder del presidente, superando así los 13,2 millones de votos que Mursi consiguió en las elecciones presidenciales de 2012.