La esperanza de vida de Rosanna Ogden era prácticamente nula de no haber sido por la operación que le se realizó cuando sólo tenía seis semanas de edad.
Los médicos aseguraron que la intervención, que duró ocho horas, era la única solución para la pequeña que sufría rabdomioma, un extraño tumor cardíaco que afecta a niños y recién nacidos.
Tras la operación a corazón abierto, los doctores sugirieron que la natación podría ayudar a la menor a recuperarse más fácilmente, según publica el diario The Sun.
Así, Rosanna comenzó a tomar clases cuando sólo tenía diez semanas y los resultados han sido sorprendentes.
"Le gustó tanto que iba varias veces a la semana. No tenía ningún problema es estar bajo el agua y no lloraba nunca. Los médicos estaban muy contentos y dijeron que cada vez estaba más fuerte", tal y como ha señalado su madre Sanam.
"Ni siquiera había dado sus primeros pasos pero ya sabía nadar como una sirena", según asegura su orgullosa madre que ve día a día los beneficios de la natación en su pequeña.