El negocio de la violencia en México

REBECA SAN CRISTÓBAL OREA 28/05/2010 00:00

A través de un informe confidencial, filtrado a la prensa, el gobierno de Calderón señalaba que, hasta el momento, el año 2009 ha sido el más violento con 9.635 asesinatos, siendo el estado de Chihuahua el más afectado.

Concretamente en la fronteriza Ciudad Juárez es donde se comenten el mayor número de homicidios violentos. Y es que es en este lugar dondelos cárteles de Sinaloa y Juárez se disputan el control del tráfico de drogas hacia Estados Unidos.

Precisamente su situación geográfica, colindante con la primera potencia mundial, es uno de los motivos que apunta Christopher Ballinas, investigador de la Universidad de Oxford e integrante de la Red Internacional de Gobernabilidad, para explicar la violencia en México.

Además, el hecho de que "los norteamericanos han cambiado el consumo a drogas sintéticas" ha dado como resultado una "disminución del mercado para la cocaína y la heroína proveniente de América del Sur, principalmente", añade Ballinas.

Esto 'obliga' a los cárteles a buscar nuevos 'negocios'. Entre ellos los secuestros y la piratería. Paradójicamente, a mayores controles, más mercados ilegales. "Los cárteles tratan de buscar actividades que les permitan compensar las pérdidas en sus ganancias, por lo que es de esperarse que compitan por el control del mercado", explica Ballinas.

Impunidad ante la ilegalidad

Precisamente donde cabría esperarse algo de equidad es donde más cojo se encuentra el país. El sistema de justicia mexicano lleva a cabo procesos penales inequitativos, obviando en la mayoría de los casos la presunción de inocencia.

Para muestra el Centro de Derechos Humanos Prodh ha recogido un par de casos de mujeres sin recursos que se tuvieron que enfrentar al sistema corrupto.

Jacinta Francisco Marcial se vio envuelta en los planes de un grupo de agentes pertenecientes a la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), quienes trataron de vengarse de un grupo de civiles que habían exigido que sus derechos se cumplieran.

Dos años más tarde, en agosto de 2008, un grupo de personas se llevó a Jacinta bajo falsos pretextos y la acusaron, junto a otras dos mujeres, de haber secuestrado a los seis agentes de la AFI.

Fue condenada a 21 años de prisión y a 90.000 pesos de multa. Con la ayuda del Prodh en la defensa se dejó claro en el proceso que aquellos hechos por los que se la acusaba jamás existieron, por lo que fue liberada el 16 de septiembre de 2009.

Pese a todo, nunca se reconoció su inocencia, no se reparó el daño y se mantiene presas a las otras dos mujeres acusadas de los mismos hechos inexistentes.

Abuso de poder

El despliegue militar auspiciado por el gobierno para tratar de acabar con la corrupción ha causado una mayor cantidad de abusos contra la población civil.

En el informe del Prodh son analizadas 202 situaciones en las cuales los medios de comunicación anunciaron, entre 2007 y 2009, algún abuso militar.

Al carecer de penas alternativas a la privación de libertad las cárceles de México se presentan hacinadas de presos por lo que no es extraño encontrar 'murciélagos', tal y como llaman a los presos que duermen colgados, al carecer de espacio para acostarse.

La mayor parte de los reos son personas de bajos recursos o discriminadas por cuestiones de género o pertenencia étnica que no pudieron contar con una defensa adecuada.

Policía corrupta

El gobierno se apoya en las fuerzas del orden para salir de esta ola de violencia pero el propio Felipe Calderón ha reconocido "la incapacidad de la policía local para enfrentar situaciones criminales, ya sea por corrupción, por intimidación o por ineficacia".

La ONG Transparencia Internacional asegura que México está "abatido por la criminalidad" debido al elevado grado de infiltración del narcotráfico en las instituciones del Estado. "No encontramos avances por quienes no ceden, no están dispuestos a dejar los amplios beneficios personales que suple la corrupción", declara la presidenta de la ONG, Huguette Labelle.

"En cualquier momento me podían haber matado"

Carmen nació en México D.F. hace más de medio siglo. Hasta hace un par de años se dedicaba a dar clases. Su cultura y los numerosos viajes que ha realizado a lo largo de su vida le ayudan a observar el problema de su país con cierta perspectiva.

Muy tajante asegura que "tengo suerte de estar en México porque en cualquier momento me podían haber matado". Posee poder adquisitivo y sabe que eso puede ser atractivo para los narcos. "No se la juegan por quien saben que no les va a aportar nada", añade.

Lo dice sin darle mayor importancia, se nota en el tono de su voz que se ha acostumbrado a una situación insostenible.

La sola mención de Ciudad Juárez le hace cambiar el gesto. "Ahora la violencia es mayor, si cabe, porque están en previsión de unas elecciones". "Pero qué se puede esperar", añade, "de esta gente que quiere llegar a la política sin ningún tipo de formación. Recurren al camino fácil". Se refiere a la extorsión, el narcotráfico y los secuestros.

Su voz es crítica pero se silencia por la mera supervivencia. "Yo no salgo de casa ni por la tarde ni por la noche salvo que sea una ocasión especial y esté muy bien acompañada".

Símbolos como el hallazgo de personas decapitadas frente a una Iglesia son un mensaje para esta institución. País católico donde los haya, los cárteles mexicanos quieren tener a Dios de su parte, por eso no perdonan la crítica desde el púlpito.

¿Existe un futuro para el país?

Carmen apuesta por un cambio en la educación. "Esa es la base, sin duda.".

En la misma línea se manifiesta Christopher Ballinas Valdés, "se necesita continuar con una aplicación integral y efectiva de las leyes combinada con educación, prevención y tratamiento como la única opción viable para la reducción del uso ilícito de las drogas".