Los hechos ocurrieron el pasado 30 de septiembre de 2016, un día soleado y muy caluroso, cuando la agente de policía Cassier Barker aparcó el coche en la casa de su supervisor, con su hija dentro y el aire acondicionado encendido, pero no soplaba aire frío.
Cassier estuvo durante unas cuatro horas en casa de su amante, manteniendo relaciones sexuales y más tarde ambos se quedaron dormidos, según ha confirmado durante el juicio que se está celebrando en Mississippi. Durante todo ese tiempo, Cheyenne Hyer, la niña de 3 años, sufría un fuerte golpe de calor que acababa con su vida. Cuando la madre llegó al coche, la niña ya no reaccionaba.
Los fiscales han pedido 20 años para Cassier, de 29 años, mientras que el juez, Larry Bourgeois, ha solicitado más tiempo para considerar el caso. En declaraciones recogidas por CBSNews, Bourgeois se dirigió a la acusada y le señaló: “No sé qué podría hacerle a usted que fuese peor de lo que ya está experimentando… Siempre estarás sepultada en la prisión de tu propia mente”
Cassier y su supervisor, Clark Ladner, fueron despedidos de inmediato, mientras que Clark, quien no ha sido acusado penalmente, aseguraba que no sabía que la niña se encontraba dentro del coche mientras estaban juntos.
No era la primera vez que la mujer había dejado a su hija dentro del coche mientras se ausentaba, en el caso anterior fue para irse de compras en 2015. La policía fue alertada y los servicios sociales avisados, pero Cassier fue únicamente suspendida de empleo y sueldo durante una semana. El padre de la niña, Ryan Hyer, dijo que nunca fue notificado de ese primer incidente.
"Cada vez que cierro los ojos, me imagino su sufrimiento y luego la imagino acostada en este ataúd", aseguraba con el alma rota Ryan Hyer, “todavía la veo sonreír y reír en mi cabeza y asumiría que la sonrisa y la risa se convirtieron en dolor y sufrimiento en ese caso".