La ONU investiga los abusos cometidos por el Ejército paquistaní en Baluchistán

Reuters/EP 17/09/2012 12:45

Grupos pro Derechos Humanos han mantenido la esperanza de que la comunidad internacional liderase una protesta mundial por el conflicto armado que se libra entre los separatistas y el Estado en Baluchistán desde hace años y en el que cientos de personas han sido secuestradas, torturadas y asesinadas.

A pesar de que el Ejército ha negado en repetidas ocasiones haber cometido tales abusos y ha denunciado los asesinatos culpando a grupos de milicianos que operan en la provincia, limítrofe entre Afganistán e Irán, grupos a favor de los Derechos Humanos han reunido numerosas pruebas que plantean serias dudas sobre las afirmaciones de las autoridades paquistaníes.

"Los criminales están actuando en contra de la ley", ha subrayado en una reciente entrevista en Queta (capital de Baluchistán) el jefe del Cuerpo de Fronteras, la principal agencia de seguridad de la provincia, el general Obaidullah Khan. Además, las autoridades paquistaníes han manifestado que son los separatistas los que han asesinado a cientos de personas en particular en la provincia de Punjab, en el este del país.

La llegada de una delegación de la ONU a Baluchistán la semana pasada despertó esperanzas entre los ciudadanos que consideran que "finalmente" estos conflictos serán conocidos en todo el mundo. "Si Naciones Unidas se ha tomado la molestia de enviar un equipo a Pakistán, significa que ahora el mundo sabe lo que está pasando", ha asegurado el activista Asif Baluch. "Al menos, la noticia ya está publicada", ha añadido.

LAS CONSECUENCIAS

El objetivo del equipo de Naciones Unidas en Baluchistán es reunirse con el Gobierno para discutir sobre las personas desaparecidas y servir de salvoconducto entre las familias y las autoridades.

Más de 300 cuerpos han sido encontrados en Baluchistán desde 2011, según ha afirmado la delegación de la organización Human Rights Watch (HRW) en Nueva York. La mayoría presentaba signos de quemaduras, huesos rotos u otros signos evidentes de tortura.

Activistas de Baluch han declarado a la agencia Reuters que hay evidencias de que la política del Gobierno paquistaní se emplea para intimidar a las guerrillas separatistas y a sus simpatizantes. Asimismo, han asegurado que miles de personas continúan desaparecidas.

Mientras la operación de la ONU sigue adelante, el Gobierno se muestra preocupado porque considera que la visita de Naciones Unidas puede amenazar la soberanía de Pakistán. La ministra de Asuntos Exteriores paquistaní, Hina Rabbani Khar, aseguró la semana pasada que la organización fue invitada y que no tiene autoridad para investigar.

"Naciones Unidas debería tomar severas medidas contra la tiranía que existe", ha expresado a Reuters el líder del grupo armado separatista, Frente de la Liberación de Baluchistán, Alá Nazar Baloch. "La ONU debería imponer sanciones a Pakistán", ha agregado.

También hay ciudadanos que temen que las fuerzas de seguridad puedan organizar más desapariciones como venganza por la visita de la ONU al país. "Conociendo a Pakistán, enviarán más cuerpos para transmitir el mensaje de que nadie en el mundo podrá ayudarnos", ha recalcado un miembro del grupo separatista Baluch que se negó a ser identificado porque temía por su seguridad.