En su mensaje con motivo de este día, el secretario general, Ban Ki Moon, ha recordado a "todos los que murieron sirviendo esta noble causa" y no ha dudado en calificar de "atrocidad" el hecho de que en 2013 se produjera una cifra récord de asesinatos y secuestros de trabajadores humanitarios.
"Los ataques contra trabajadores humanitarios obstaculizan la capacidad de las personas necesitadas de recibir asistencia vital. Los niños no son vacunados, los enfermos y heridos no son atendidos, aquellos que son obligados a abandonar sus hogares son abandonados sin alimentos, agua o cobijo, expuestos a la violencia, la enfermedad u otras amenazas", ha advertido.
En este día, ha proseguido Ban, "honramos a los heroicos trabajadores humanitarios que se apresuran valientemente para ayudar a las personas necesitadas". "Recordamos sus sacrificios y reconocemos a los millones de personas que cuentan con los trabajadores humanitarios para su mera supervivencia", ha remachado.
Por su parte, el director ejecutivo del Fondo de la ONU para la Infancia, Anthony Lake, ha reconocido que "la naturaleza del trabajo humanitario es a menudo peligrosa". "Los trabajadores humanitarios se enfrentan a condiciones duras y a peligrosos riesgos con tal de salvar vidas, reconstruir comunidades, y dar testimonio en los conflictos, las catástrofes y las crisis", ha resaltado.
AUMENTO DE LAS EMERGENCIAS
Lake ha incidido en que las emergencias humanitarias están aumentando "en frecuencia y complejidad" y con ello también lo ha hecho "el peligro al que se enfrentan los trabajadores humanitarios y el número de muertos entre ellos".
"La muerte de estos héroes supone una pérdida para toda la comunidad humanitaria y para el mundo", ha lamentado, aprovechando para llorar sus muertes y rendir "homenaje a la dedicación de todos los hombres y mujeres valientes que siguen haciendo su trabajo todos los días a pesar de los peligros a los que se enfrentan en acto de servicio por nuestra causa común: un mundo más seguro, justo y pacífico".
El alo comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres, ha considerado que el Día Mundial supone una oportunidad para que los trabajadores de ACNUR puedan "reflexionar sobre los retos personales y profesionales a los que se enfrentan muchos colegas y sus familias, especialmente en este momento en el que hay varias crisis simultáneas y el mundo parece ser un lugar mucho más peligroso e impredecible que nunca".
LLAMADA DE ATENCIÓN
Este día, ha añadido, también debe servir para llamar la atención de la ciudadanía sobre "el papel crucial que desempeñan los trabajadores humanitarios a la hora de prestar protección y asistencia vital a millones de personas afectadas por el conflicto y los desastres en todo el mundo, y ayudarles a reconstruir sus vidas".
La directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PAM), Ertharin Cousin, ha querido poner una nota de "optimismo" en este día. "Optimismo porque en el medio de las múltiples emergencias, desplazamientos y los retos relacionados con el hambre en todo el mundo estamos haciendo progresos y logrando una significativa diferencia en las vidas de otros".
Una diferencia que se hace "visible" en los programas de ayuda que lleva a cabo el PAM en todo el mundo y de la que forman parte todos los que trabajan para esta agencia de la ONU, ha incidido. "Somos héroes humanitarios porque estamos ayudando a personas en todo el mundo a crear el futuro que todos queremos y deseamos: un futuro de hambre cero en el que cada niño, mujer y hombre pueda prosperar".