La Iglesia tendrá que hacer penitencia por encubrir y no investigar lo suficiente los pecados de pederastia cometidos por algunos de sus miembros. Muy pocos han pagado por eso la ONU le pide al Vaticano que retire de las iglesias a los sacerdotes condenados o sospechosos de haber abusado de menores. Además solicitan que se entregue a la justicia civil a los autores, como hace poco hizo el Papa Francisco con el nuncio en República Dominicana, destituido y puesto en manos de las justicia. Según las estadísticas de Roma ha habido entre 6000 y 20.000 religiosos pedófilos que han abusado de decenas de miles de niños en todo el mundo, así que el comité de la ONU pide a Roma que entregue toda la información que poseen sobre pederastas con alzacuellos. Roma muestra sus recelos y se defiende acusando al informe de "interferir en el ejercicio de la libertad religiosa".