La oposición iraní asegura que Jamenei ordenó el asalto a la Embajada británica

EUROPA PRESS 04/12/2011 12:45

En un principio, el asalto iba a culminar en la ocupación indefinida de la Embajada, con la intención de disuadir al Gobierno británico tras las nuevas sanciones impuestas el pasado mes de noviembre a Irán con motivo de su programa nuclear.

Sin embargo, Jamenei ordenó la suspensión de la operación dos horas después de comenzar tras la rápida reacción de países como Alemania o Italia, que decidieron llamar a sus respectivos embajadores como gesto de solidaridad con Londres, según informó el Consejo Nacional de Resistencia Iraní (CNR) citando "fuentes en el seno del régimen" en un comunicado recogido por Europa Press.

Según la oposición, Jamenei ordenó el asalto nada más conocer las sanciones en una reunión a puerta cerrada con comandantes de la Guardia Revolucionaria, quienes organizaron la operación sobre el terreno en coordinación con la Fuerza de Seguridad del Estado y la Judicatura iraní. Los flecos fueron cerrados dos días antes del asalto en un segundo encuentro al que acudieron los ministros de Interior, Mostafa Mohammad Najjar, y Exteriores, Alí Akbar Salehi.

Según Irán, el asalto fue perpetrado de manera espontánea por organizaciones de estudiantes. Las autoridades iraníes han tachado el suceso de "inaceptable" pero de igual modo han reprobado las nuevas sanciones recibidas por las presuntas intenciones militares de su programa nuclear, que según Teherán tiene carácter exclusivamente civil.

MÁS DE 400 AGENTES DEL RÉGIMEN ENTRARON EN LA EMBAJADA

Según el CNR, entre 400 y 500 miembros de la Guardia Revolucionaria y de la milicia Basij, afín al régimen clerical, entraron en la Embajada británica. El asalto fue comandado directamente por el general de brigada Reza Naghdi, comandante de las entidades Basij Mostazafan y la Organización de Estudiantes Basij, y el comandante de la Guardia Revolucionaria, Hosein Qadyani.

El encargado de informar "al momento" a Jamenei de la evolución del asalto fue el director de las Fuerzas de Seguridad del Estado del Gran Teherán, Ahmad Reza Radan.

Ya en el interior de la Embajada, los basij y los efectivos de la Guardia Revolucionaria procedieron a "romperlo todo" y a "destruir completamente la oficina del embajador Dominick Chilcott --quien estaba escondido en los pisos superiores, según describió el diplomático el pasado viernes a la cadena Sky News--. Además, según la oposición, "los atacantes saquearon efectos personales de los miembros de la Embajada, como oro y joyas".