El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha defendido este lunes la actuación de las fuerzas del contingente de KFOR en Kosovo para contribuir a reducir la tensión en la frontera en el norte de la ex provincia serbia al asegurar que utiliza "la fuerza mínima necesaria" y que actúan de forma "imparcial".
"Las fuerzas de la OTAN siempre utilizan la fuerza mínima necesaria, pero tienen derecho a la autodefensa. Esto es lo que han hecho el 27 de septiembre", ha asegurado Rasmussen en rueda de prensa, preguntado por la utilización de munición real por parte de las fuerzas aliadas contra serbokosovares en el norte de Kosovo.
Las tropas de mantenimiento de la paz lideradas por la OTAN, conocidas como KFOR, desmantelaron entonces una barricada levantada por serbokosovares en el paso fronterizo de Jarinje, dando lugar a enfrentamientos con los manifestantes serbios en los cuales al menos 16 serbios y cuatro soldados resultaron heridos. Desde entonces, las fuerzas de la Alianza han mantenido su presencia reforzada en el norte de Kosovo.
A pesar de que el presidente serbio, Boris Tadic, ha instado a la OTAN a investigar el episodio, el secretario general aliado ha insistido en que "las tropas de KFOR han actuado claramente en autodefensa" y ha dejado claro que ha trasladado "información detallada" al respecto a las autoridades serbias a través de canales militares y ha descartado impulsar "investigaciones ulteriores". "No creo que sean necesarias investigaciones ulteriores", ha zanjado, insistiendo en que mantiene "plena confianza" en "los mandos, las tropas y la manera en que han actuado".
Rasmussen ha dejado claro que la intervención de KFOR, que ha reforzado su contingente en el norte tras los últimos episodios violentos en la frontera, "ha sido necesaria", aunque ha subrayado que los aliados esperan que la Policía kosovar en primer lugar y la misión de la UE en Kosovo (EULEX) en segundo lugar retomen "lo antes posible" su responsabilidad como primer actor que interviene en caso de estallido de violencia.
"Queremos lo antes posible volver a una situación más normal. No es nuestra ambición de ser el primero en responder. Nos quedaremos y mantendremos un entorno seguro", ha precisado sin embargo.
Rasmussen ha insistido en que KFOR garantiza la seguridad "para todos" los ciudadanos de Kosovo "con independencia de su etnia" y su libertad de movimiento a pesar del "riesgo" al que se enfrentan y ha insistido en que cumplen con su mandato de forma "imparcial" y sin entrar en el estatus sobre Kosovo, cuya independencia rechaza Belgrado. "Han hecho mucho en los últimos meses para rebajar la situación y mantenerse neutral sobre el estatus y afrontar la situación de forma imparcial", ha concluido.
"Insto a todas las partes a evitar acciones unilaterales y declaraciones incendiarias y que pongan sus esfuerzos en dialogar y no en la confrontación. Todos en Kosovo tienen interés en la seguridad y un futuro estable", ha manifestado, insistiendo en que la OTAN seguirá apoyando a todos los países de la región en su integración euroatlántica.