Los ministros de Exteriores de la OTAN acordaron el pasado 1 de abril suspender "toda la cooperación práctica" con Rusia, tanto civil como militar, en respuesta a la intervención militar rusa en Ucrania y su anexión de Crimea.
A pesar de suspender toda cooperación con Rusia, los aliados sí acordaron mantener abierto el diálogo político con Moscú en el marco del foro de cooperación bilateral del Consejo OTAN-Rusia, a nivel de embajadores o superior, sobre todo para discutir la crisis en Ucrania.
"En consecuencia, el amplio acceso anterior a la sede de la OTAN será rechazado a todos los representantes de la misión rusa, con la excepción del embajador ruso, su jefe de misión adjunto y dos miembro de personal de apoyo", ha informado la OTAN en un comunicado
La Alianza Atlántica ha avisado de que si cualquier otro funcionario o personal de la misión rusa requiere acceder por motivos "oficiales" de trabajo a la sede, tendrá que "ser anunciado, registrado y escoltado durante sus visitas" porque se les aplicará "las normas de visitantes".
"Esto todavía otorga a los diplomáticos rusos un nivel de acceso a las sedes de la OTAN que nunca se ha concedido por ningún Ministerio ruso o institución al personal de la OTAN que trabaja en Moscú", ha aclarado el organismo de defensa euroatlántico en la nota, en la que aclara que la decisión entrará en vigor desde este martes.
Los ministros de Exteriores aliados revisarán de nuevo la decisión el próximo mes de junio.
Los Veintiocho también acordaron en abril pedir a las autoridades militares un paquete de opciones para reforzar la seguridad de los aliados del Este de Europa, los más preocupados por el impacto de la crisis en Ucrania.
Las medidas podrían incluir posibles despliegues y refuerzo de los activos militares en los países del Este de la Alianza por mar, aire y tierra, reforzar los ejercicios, un posible aumento de la fuerza de intervención rápida de la OTAN y actualizar los planes de defensa para proteger a los aliados.
AVIONES DE COMBATE
La OTAN ya ha enviado más aviones de combate para la misión de vigilancia policial aérea en los Estados bálticos en respuesta a la crisis ucraniana, así como dos aviones de reconocimiento y alerta temprana AWACS a Polonia y Rumanía.
Estados Unidos también ha desplegado un buque en el Mar Negro y ha enviado cazas a Polonia en el marco de ejercicios conjuntos.