Oxfam advierte de que Pakistán no está preparado para las lluvias monzónicas de este año
EUROPA PRESS
27/07/201114:06 h.Un año después de las peores inundaciones de su historia, Pakistán no está preparado para las que provocarán las lluvias monzónicas este año ni para otros desastres naturales, según ha advertido la organización de ayuda humanitaria Oxfam.
En un informe publicado este miércoles, Oxfam ha afirmado que millones de personas siguen intentando recuperarse de las inundaciones del año pasado y se empobrecerán aún más si se vuelve a producir una catástrofe.
Se calcula que la reconstrucción costará más de 10.000 millones de dólares, casi una cuarta parte del presupuesto nacional, y si ocurren nuevos desastres, la economía del país se verá sobrepasada, según la organización.
Oxfam expresa en el informe su preocupación por el lento ritmo al que avanzan la recuperación y la reconstrucción, que "ha dejado a millones de personas expuestas a otro desastre innecesariamente".
El documento dice que, sólo en la provincia de Sindh, unas 37.000 personas afectadas por las inundaciones siguen viviendo en campamentos y que muchas de las personas que han regresado a sus localidades no tienen una casa en condiciones.
"Más de 800.000 familias no disponen de una vivienda en condiciones y muchas defensas contra inundaciones, como los muros de contención en los ríos que fueron destruidos durante las inundaciones del año pasado, aún no han sido reparadas adecuadamente", señala.
La ONU y las autoridades paquistaníes calculan que las inundaciones de la época del monzón de este año afectarán a entre dos y cinco millones de personas. Cientos de localidades ya las han sufrido y comunidades enteras han tenido que desplazarse en las últimas semanas a causa de las nuevas inundaciones en las provincias de Sindh y Punjab.
En la provincia de Jyber Pajtunjwa, en el norte del país, el nivel de las aguas fluviales también está aumentando.
MIEDO A NUEVAS INUNDACIONES
La directora de Oxfam en Pakistán, Neva Jan, ha explicado que la gente teme que se puedan producir nuevas inundaciones. "Muchos están cultivando menos de lo habitual porque les preocupa que unas nuevas inundaciones puedan destruir sus cosechas. En algunas zonas donde ya se han producido, las familias han empezado a desplazarse a tierras más altas porque temen perder todo de nuevo", ha declarado.
Pakistán es un país propenso a sufrir desastres y se ha inundado 67 veces desde 1947. El informe destaca que el cambio climático aumentará la frecuencia de las inundaciones, que "son inevitables, aunque la devastación generalizada no lo es". "Durante años, no se hecho lo necesario para proteger a los hombres, mujeres y niños paquistaníes de los desastres antes de que ocurran", denuncia.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Por eso, Oxfam recomienda al Gobierno de Pakistán que, con la ayuda de los donantes internacionales, invierta más en medidas para reducir el impacto de las catástrofes, como la construcción de viviendas resistentes o el establecimiento de sistemas efectivos de alerta temprana.
También ha indicado que las autoridades locales y las organizaciones de ayuda humanitaria, que se ocupan en primera instancia de la preparación ante las situaciones de emergencia y de la respuesta a ellas, deben recibir más financiación.
El pasado mes de noviembre, el Banco Mundial y Banco Asiático de Desarrollo aconsejaron a Pakistán que invirtiese 27 millones de dólares para mejorar la gestión de los desastres. El informe de Oxfam insta a Islamabad a aplicar esta recomendación.
"Es asequible: el país ha gastado una cantidad mayor en los gastos de los miembros de la Asamblea Nacional durante los últimos dos años (unos 32 millones de dólares)", ha recordado la organización, que también ha pedido al Gobierno que cumpla su promesa de que los distritos a destinen un 2 por ciento de sus presupuestos como mínimo a la preparación ante desastres.
A los donantes internacionales les ha pedido que al menos el 10 por ciento de la ayuda humanitaria y para la recuperación que proporcionan a Pakistán se dedique a proyectos que contribuyan a mitigar el impacto de las catástrofes.