Un padre de 31 años mató a su hijo de seis, mientras lo bañaba, para intentar exorcizarlo de los demonios que lo poseían. Es lo que ha declarado Pablo Martínez, tras ser arrestado por agentes federales del FBI, de Phoenix, Arizona, acusado del asesinato del niño, según los documentos judiciales.
Pablo Martínez está acusado de asesinato en primer grado, según ha publicado la CNN. Los investigadores dijeron que Martínez admitió haber vertido agua caliente en la garganta del niño el pasado 26 de septiembre al ver que estaba poseído. El incidente ocurrió en una casa en el bloque 7500 de South Yoem Bo Oh, ubicada en la reserva de Pascua Yaqui.
Cuando llegó la Policía, Martinez le dijo a los agentes que el niño "estaba endemoniado" y que "tenía que salvarlo".
Romelia Martínez, mujer del parricida y la madre adoptiva del niño asesinado, estaba en la casa durante el incidente. El hombre contó a los investigadores que notó desde el inicio de la semana que su hijo, que asistía a la escuela primaria Lynn / Urquides en Tucson, estaba poseído por el demonio. La madre adoptiva también le dijo a los investigadores que el niño había estado actuando de forma demoníaca.
Pablo dijo que mientras bañaba al niño, vio algo malvado dentro de su hijo y se dio cuenta de que tenía que sacárselo. El hombre admitió mantener a su hijo bajo del grifo de agua caliente entre cinco y 10 minutos para echar al demonio.
El niño fue llevado al Centro Médico de la Universidad de Banner, donde certificaron su fallecimiento. Tenía quemaduras en aproximadamente el 15% de su cuerpo.