Los parisinos ya pueden disfrutar de sus propias playas. El sábado abrieron las puertas de estos recintos artificiales junto al río Sena. Aquí se han instalado hasta 800 sillas y 500 sombrillas para que puedan tomar el sol y pasar el día. Es un espacio para aliviarse de las temperaturas abrasadoras que han tenido en los últimos días y que estarán abiertos hasta el próximo uno de septiembre.