La participación en las elecciones parlamentarias afganas llega al 40%

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 18/09/2010 13:49

Al menos 42 personas, entre insurgentes, civiles y personal de seguridad, murieron y 107 resultaron heridas por actos violentos durante la jornada electoral. En rueda de prensa en Kabul, los máximos responsables afganos de seguridad afirmaron que durante el día han muerto once civiles, tres policías, un militar y 27 talibanes, y mantuvo que el nivel de seguridad ha sido mejor que el de las presidenciales de 2009.

La Comisión proporcionó también los datos de la participación relativos a 4.632 de los 5.816 colegios electorales abiertos, que fue del 40 por ciento a la hora del cierre: votaron, según los datos oficiales, 3,6 millones sobre los 9,2 millones censados en esos colegios.

Una jornada muy difícil

Las autoridades afganas han declarado que, a pesar de los asesinatos perpetrados, se ha tratado de una jornada electoral algo más tranquila que en ocasiones anteriores. En un comunicado, los insurgentes mencionaron una lista con los nombres de 150 colegios atacados, lo que supone el 2,5 por ciento del total de lugares de votos abiertos por la Comisión, que había renunciado a emplazar algunos de ellos en áreas inseguras.

El suceso más grave hasta el momento, con 6 muertos, tuvo lugar en un ataque perpetrado por los talibanes en un colegio de la zona de Dand Shahabudín, dijo a la agencia afgana AIP el jefe policial provincial, Abdur Rehman Rahimi.

Según Rahimi, cinco miembros de una milicia progubernamental y un soldado afgano murieron en ese ataque, registrado sólo horas después de otra refriega anoche en la que murieron otros cinco milicianos y una docena de insurgentes.

Además, dijeron a Efe distintas fuentes policiales, murieron este sábado por proyectiles dos civiles en Takhar (norte), uno en Baghlan (norte), dos en Kunar (este), dos en Nangarhar (este) y otros dos en Balkh, donde un civil más perdió la vida por la explosión de un artefacto.

También hay al menos 18 personas heridas en Kunar y 16 más en Kunduz (norte), mientras que la estratégica carretera que une Kabul con Kandahar (sur) ha sido cortada durante una hora por activistas insurgentes a su paso por la provincia de Wardak (sureste).

Tampoco se ha librado la capital de la acción de los insurgentes: un proyectil cayó durante la madrugada sobre la sede del canal televisivo nacional Kabul Tv, cerca de la embajada estadounidense y el cuartel de las tropas internacionales.

Día festivo para favorecer las votaciones

El día fue festivo en Afganistán para posibilitar el voto de la población, y, al menos en Kabul, los tenderos echaron el cerrojo y fueron pocos los paseantes que se aventuraron a las calles, excepción hecha de los ubicuos miembros de las fuerzas de seguridad.

Como ya hizo el año pasado, con motivo de las elecciones presidenciales, el presidente Hamid Karzai abrió la votación por la mañana en el instituto Amani de enseñanza, cercano a su palacio, y realizó en lengua pastún un llamamiento al voto.

"Esperemos -agregó luego en inglés- que haya una alta participación, y que los incidentes de seguridad, ya que habrá algunos, no disuadan a nadie de salir a votar".

En vista de la llamada a la violencia de los talibanes, las autoridades afganas ordenaron el despliegue de unos 250.000 efectivos de las fuerzas de seguridad, con apoyo de los 150.000 soldados internacionales desplegados en el país.

Las elecciones suponen una prueba formidable para la fiabilidad del régimen afgano, porque tienen lugar apenas un año después del fiasco de los comicios presidenciales, cuando cientos de miles de papeletas fueron anuladas tras demostrarse falsas.

En los últimos días han crecido de nuevo las voces que denuncian la impresión y compraventa de tarjetas falsas de votantes y es "vox pópuli" en la calle que se están produciendo compras de votos en distintas regiones, aunque no hay pruebas contundentes que lo sustancien.

"Esperemos que esta vez no haya fraude. Ésa es, al fin y al cabo, una de las misiones de la Comisión Electoral, que debería estar lista frente a posibles debilidades", dijo a Efe el vicepresidente afgano, Karim Khalili, tras depositar su voto.

Además del clima general de inseguridad, el fraude se ve facilitado en Afganistán por el hecho de que apenas existen comunicaciones, la orografía es difícil, y el grueso de la población está sumida en la pobreza y apenas sabe leer y escribir.

Sin embargo, frente al fraude sistemático detectado el año pasado, los expertos creen esta vez que lo que ocurrirá será una suma de "pequeños fraudes" locales a favor de determinados candidatos que controlan las redes de poder.

Para estas elecciones parlamentarias, las segundas desde la caída del régimen talibán, estaban llamados unos 11,4 millones de afganos, con vistas a elegir a los 249 diputados que compondrán la Cámara baja (o "Wolesi Jirga") entre los poco más de 2.500 candidatos.

Los resultados no solo tardarán en llegar (los preliminares, el 8 de octubre), sino que serán difíciles de interpretar, porque casi todos los candidatos concurren como independientes, y en ciertos casos, bastarán unos pocos miles de apoyos para ser elegido.