Los partidos islamistas de Egipto se unen para hacer frente a Shafik en las elecciones

Reuters/EP 14/06/2012 17:01

En un mitin realizado en la ciudad de Fayoum, un bastión de los islamistas ubicado a cien kilómetros al sur de El Cairo, el jeque Adel Nasr ha instado a los partidarios de la línea dura del partido salafista Al Nour a votar por el aspirante de los Hermanos Musulmanes, y ha dicho que no es el momento para los partidos políticos sino para un objetivo superior: detener la reconstitución del régimen de Mubarak.

"Vamos a pararnos ante Dios para responder por esta elección", ha exclamado el clérigo dirigiéndose a la multitud. "¡Unid al pueblo, unid al pueblo, unid al pueblo! Organizaos vosotros mismos, para que esta batalla sea ganada en favor del derecho y del pueblo que lo representa", ha dicho.

Los grupos islamistas de Egipto están divididos por diferencias doctrinales y políticas, pero ahora parecen haberlas dejado a un lado para evitar un resultado que podría poner en peligro los logros políticos que se han apuntado en los 16 meses desde que Mubarak fue depuesto.

Al igual que los partidos salafistas de línea dura, los partidarios de Abdel Moneim Abol Fotouh, el ex integrante de los Hermanos que perdió la primera vuelta, están apoyando a Morsi, quien representa al grupo islamista más antiguo y mejor organizado de Egipto.

Morsi y Abol Fotouh reunieron menos del 42 por ciento de apoyo en la primera vuelta de las elecciones, con una participación del 46 por ciento, y están compitiendo con Shafik por los votos no islamistas.

Además, el grupo salafista Gama al Islamiya, que una vez impulsó el enfrentamiento armado contra el Estado, ha repartido panfletos con el mensaje: "Nuestra fuerza está en nuestra unidad".

VOTO INCLUSIVO

En su campaña por la primera vuelta, Morsi utilizó Fayoum como una plataforma para reunir el apoyo de los más radicales al comprometerse a trabajar por la liberación de Omar Abdel Rahman, el líder espiritual de Gama al Islamiya encarcelado en Estados Unidos por planear ataques en Nueva York.

De cara a la segunda vuelta, su campaña tiene como objetivo convencer a los críticos de los Hermanos de un movimiento de reforma laica y a los egipcios en general de que son fiables en el poder, así como hacer frente a las acusaciones de que ha tratado de eliminar a sus rivales de la vida política.

El miércoles reiteró su promesa de formar una Administración incluyente que comprenda una coalición de Gobierno y vicepresidentes que no pertenezcan a los Hermanos. Su manifiesto de 15 promesas clave también incluye la protección de la libertad de prensa y los derechos de las mujeres.

Morsi ha ganado algunos apoyos de políticos liberales y de izquierda que comparten el objetivo declarado de los Hermanos de promover una reforma democrática y su profunda aversión a la elección de uno de los viejos lugartenientes de Mubarak.

Asimismo, uno de los pocos movimientos no islamistas que manifestó abiertamente su apoyo a los Hermanos es el "Movimiento 6 de abril", el grupo de protesta cuyo activismo a través de Internet ayudó a encender la revuelta contra Mubarak.

Por otro lado, los Hermanos acusan a algunos de sus rivales no islamistas de oportunismo político al exigir demasiado a cambio de su respaldo, incluyendo la promesa de que el grupo se disolverá.

Pero hay sectores que aseguran que la formación política repite los errores que han separado a otros sectores del movimiento de reforma. "Ellos han tomado la decisión de llevar al país por su cuenta, en un momento que no debería ser de las mayorías sino de todos los partidos que participan en la construcción del Estado, y prevenir cualquier retorno del antiguo régimen", ha dicho Bassil Adel, del partido de los Egipcios Libres, un grupo con una plataforma liberal.

Mientras, el político liberal Ayman Nour ha indicado que los Hermanos no han podido incorporar a los no islamistas, pero ha añadido que "la verdadera alianza es que las fuerzas nacionales se han unido contra Shafik, no con los Hermanos".