En este sentido, han expresado la necesidad de cumplir los términos de la Declaración de Baabda, emitida el 11 de junio y que llama a la calma política y mediática en el país, solicita el apoyo al Ejército y pide que el país se mantenga al margen de las disputas regionales e internacionales.
Los presentes en la reunión del lunes han acordado retomar las conversaciones sobre una estrategia de defensa nacional durante la siguiente sesión, convocada para el 24 de julio. El presidente de Líbano, Michel Suleiman, ha revelado que propondrá una visión sobre esta estrategia en dicha reunión, mientras que los presentes han acordado que las conversaciones partirán de esta propuesta.
Por otra parte, el diálogo nacional ha mostrado su deseo de que el Ejecutivo aplique los mecanismos necesarios para implementar los acuerdos acordados en las conversaciones previas, al tiempo que han pedido la creación de un plan para retirar las armas a los palestinos cuando salgan de los campos de refugiados.
Por último, los presentes han concluido que no puede haber un sustituto al diálogo destinado a alcanzar un acuerdo en torno a una estrategia de defensa nacional y la posesión de armas en Líbano para mantener la estabilidad y la unidad nacional, según ha informado el diario libanés 'An Nahar'.
Suleiman, el presidente del Parlamento, Nabih Berri; y el primer ministro, Najib Mikati, se han mostrado optimistas en torno a las conclusiones que puedan surgir del diálogo nacional a pesar de las divisiones existentes entre las coaliciones del Movimiento 8 de Marzo y el Movimiento 14 de Marzo.
Las principales diferencias entre ambos movimientos derivan de la posesión de armas por parte del partido-milicia chií Hezbolá. Mientras que los opositores piden la integración del armamento en el Ejército libanés, el movimiento islamistas considera necesario conservarlas para garantizar la seguridad del país ante un posible ataque de Israel.