Hoy Donald Trump debería haber recibido en la Casa Blanca al equipo ganador de la NFL, los Philadelphia Eagles. Sin embargo, a última hora, el presidente de Estados Unidos ha decidido retirar su invitación. La culpa la tiene la guerra que Trump mantiene con las protestas pacíficas que varios jugadores de la liga han protagonizado en el césped durante el himno nacional. Para Trump, arrodillarse como señal de protesta es antipatriótico e inaceptable y nadie que lo haga tiene cabida en la Casa Blanca.
Durante esa 'fiesta partriótica' para "honrar al himno", uno de sus invitados ha imitado la protesta de Kaepernick y ha clavado su rodilla en el césped de la Casa Blanca mientras sonaba el himno de fondo.