La paz higiénica

MARIANA ANZORENA (MÉXICO DF) 04/05/2009 06:58

Todavía creo que el sentimiento común mutará en enojo, pero hasta hoy, lo que se siente es una depresión generalizada. El desgano es palpable. Ahora conocemos un nuevo agotamiento; no estamos trabajando, pero tampoco estamos de vacaciones. La ciudad está gobernada por una paz sanitaria; paz romana del siglo XXI.

Y seguimos sin comprender del todo lo que estamos viviendo. Nos urge el filtro del tiempo. El secretario de salud asegura que de no haberse tomado estas medidas extremas, se hubiera podido llegar a una cifra de hasta 50 mil muertes. A la hora de difundir indicaciones de seguridad, los medios de comunicación han sido cruciales, vitales incluso, pero son estos mismos los que han alimentado la paranoia. ¿Informarse o relajarse? A once días de estrés informativo, ese comienza a ser un dilema.

Hoy se sabe que el 74% de los 19 muertos, registrados hasta ayer en México, son mujeres. También sabemos que el 70% de el total de esas defunciones es de personas entre los 20 y los 55 años. Es decir, se sigue sin saber muchas cosas sobre este nuevo virus, pero hasta el momento parece que somos las mujeres jóvenes las más afectadas. Seguramente esa estadística no resultará ser casual en un país donde aún estamos lejos de la equidad de genero.

Cuando esta larga noche termine, quedarán muchas, muchísimas, cosas por replantearnos como sociedad. ¡Qué urgencia de volver a nuestros trabajos! ¡qué urgencia de estudiar este episodio desde la antropología, la sociología, la comunicación, la psicología, la medicina, el derecho! ¡qué urgencia de poder retomar los sencillos placeres! Se me ocurre quedar con unos amigos para tomarnos unas cervezas en un bar. Se me ocurre poder ir a jugar mi partido dominical de voleibol.