El reglamento, que ya ha sido pactado con los Gobiernos de los Veintiocho, entrará en vigor el 1 de enero de 2017.
Las reglas proporcionan un estatus jurídico a nivel de la UE para los partidos políticos europeos y sus fundaciones afiliadas, lo que acabará con el principal obstáculo al que se enfrentan para operar en todos los Estados miembros.
A cambio, para ser reconocidos como partido político europeo o como fundación política europea, estas organizaciones deberán cumplir una serie de requisitos en materia de gestión interna, rendición de cuentas, transparencia y respeto de los valores de la UE.
Todos los aspectos relativos a la financiación estarán sujetos a un conjunto de reglas que fijan obligaciones de información y control. Además, se introduce un régimen de sanciones en caso de incumplimiento. Las reglas no cambian en todo caso las cantidades que consagra el presupuesto de la UE a financiar partidos políticos.