La mujer, profesora de infantil, se percató de que Michael Kellar, de 56 años de edad, estaba intercambiando mensajes sospechosos con alguien. “Las conversaciones estaban muy conectadas con actos sexuales que parecían ser con… niños”, según han confirmado fuentes policiales al diario New York Daily News.
El acusado estaba sentado justo delante de la profesora mientras enviaba - según describe la testigo desde un teléfono con una pantalla más grande de lo normal- mensajes ilícitos a Gail Burnworth. Así que en cuanto se percató de lo que estaba sucediendo, fotografió el texto y se lo mostró a un miembro de la tripulación, que avisó a la Policía.
Cuando el avión aterrizó en el Aeropuerto Internacional Mineta de San José, Kellar fue detenido y enviado a prisión provisional.
Las víctimas de los mensajes, según fuentes de la investigación, son dos menores de 5 y 7 años de edad. “Si no fuese por la acción de esta mujer, otro asalto sexual podría haber ocurrido”, ha apremiado el sargento Brian Spears de la Policía de San José.
Actualmente, Michael Kellar se encuentra en la cárcel del condado de Santa Clara por presunto abuso de menores y su compañera, Gail Burnworth, está en la del condado de Pierce, acusada de varios cargos.