El Pentágono estudia el informe de MSF sobre el bombardeo en el hospital de Kunduz

EUROPA PRESS 06/11/2015 09:48

"Agradecemos (a MSF) que compartiera este informe con nosotros antes de su publicación. Ha sido entregado a nuestros investigadores, que continúan con sus esfuerzos", ha dicho el portavoz del Departamento de Defensa, Jeff Davis.

Asimismo, ha sostenido que las autoridades trabajan junto a la ONG para identificar a las víctimas del ataque, resaltando que una vez finalicen los procedimientos se procederá a terminar las investigaciones sobre el suceso.

En su informe, MSF denunció que pacientes y trabajadores fueron tiroteados desde helicóptero cuando intentaban huir de las instalaciones, recalcando que el bombardeo tuvo "intención de matar y destruir".

"Pacientes murieron quemados en sus camas, personal médico fue decapitado y perdió miembros, y otros fueron tiroteados por helicópteros cuando intentaban huir del edificio en llamas", dijo la ONG.

En su documento, detalló que en el momento del bombardeo había 105 pacientes en las instalaciones, entre los que figuraban 20 milicianos talibán y tres o cuatro combatientes de las fuerzas gubernamentales.

Asimismo, había 140 miembros del personal de nacionalidad afgana, nueve de nacionalidad extranjera y un delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

MSF resaltó que los bombardeos se centraron en el edificio principal, que quedó completamente destruido, mientras que otros edificios resultaron relativamente intactos.

"Ningún trabajador de MSF informó de la presencia de combatientes armados o combates en el interior o los alrededores del complejo hospitalario antes o durante los bombardeos", subrayó.

En este sentido, recordó que existía un acuerdo con las partes en conflicto para respetar la neutralidad de las instalaciones y que en las mismas se aplicó en todo momento una política de desarme de aquellos combatientes de ambas partes que ingresaran en el hospital.

"Las coordinadas facilitadas a todos los grupos armados fueron exactas, y los equipos de MSF en Kabul y Nueva York llevaron a cabo los contactos necesarios para alertar a las partes en conflicto de los bombardeos", agregó.

Por ello, manifestó que "un hospital funcional que se ocupa de pacientes, como el de Kunduz, no puede simplemente perder su protección y ser atacado", recordando que "los combatientes armados deben ser tratados sin discriminación y no pueden ser atacados".

"El personal médico no puede ser castigado o atacado por dar tratamiento a combatientes heridos", recalcó la ONG, que subrayó que el ataque no podrá ser esclarecido hasta que la cadena de mando militar estadounidense no detalle qué llevó al Ejército a bombardear el hospital.