Con diez años mató al pequeño James Bulger, ahora vuelve a prisión

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 03/03/2010 00:00

El Ministerio de Justicia británico ha informado de la detención de Venables, aunque no ha precisado los motivos del arresto. Según un portavoz del departamento, el hombre, que quedó en libertad condicional en 2001, no ha respetado los términos de la misma, por lo que ha sido nuevamente detenido.

"Podemos confirmar que Jon Venables ha sido devuelto a la prisión después de haber incumplido las condiciones bajo las que fue liberado", tal y como ha indicado el responsable.

En febrero de 1993, Jon Venables y Robert Thompson, ambos de 10 años, secuestraron James Bulger, un niño de dos años, en un centro comercial en Liverpool mientras estaba haciendo la compra con su madre.

Tras esto, le hicieron caminar durante cuatro kilómetros haciendo caso omiso de los llantos del pequeño al que no dejaron de golpear y maltratar. Venables y Thompson le torturaron y golpearon salvajemente con ladrillos y barras de hierro, antes de abandonarlo sobre unos rieles, para que un tren siimulara su muerte.

Condenados por asesinato y secuestro

El mismo año del crimen, el magistrado que instruía el caso les condenó a ser encarcelados por "tiempo indefinido" al haberlos encontrado culpables de secuestro y asesinato. Pese a ello, el juez estableció que la pena máima que deberían cumplir en prisión sería de 8 años.

En ese momento fue cuando la entonces máxima autoridad judicial del país, Lord Taylor, aumentó a 10 el número de años que Venables y Thompson deberían permanecer en la cárcel. Porsteriormente, Michael Howard, que en este periodo era ministro del Interior, incrementó la pena hasta los 15 años, por el poder que la legislación británica le concede para variar las condenas impuestas por los magistrados.

Recurso ante el Tribunal de Derechos Humanos

Así, en 2001 los acusados recurrieron sus penas de cárcel ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos que dictaminó que Venables y Thompson no tuvieron un juicio justo.

Por ello, el que en ese momento era la máxima autoridad judicial, Lord Woolf, estableció que los ocho años que ambos habían permacecido en prisión eran suficientes por los hechos. De esta manera, los asesinos de Bulger quedaron en libertad condicional bajo el favor del "anonimato de por vida", con una nuea identidad. EPF