Este es el balance de víctimas registrado a raíz de la violencia registrada en el estado de Rajine entre el 28 de mayo y el 14 de junio. Estas cifras incluyen la muerte de diez musulmanes el pasado 3 de junio a manos de una turba de budistas que les apalearon por la violación y el posterior fallecimiento de una mujer, un hecho que recrudeció la violencia en Rajine.
Estos disturbios se han visto seguidos por el decreto del estado de emergencia y por la huida forzada de unas 31.900 musulmanes y budistas que se refugian en 37 campos establecidos en todo el estado de Rajine, según ha precisado el Gobierno birmano.
La minoría musulmana Rohingya residente en Birmania no excede los 800.000 fieles, si bien la mayoría se encuentra en Rajine. Las autoridades birmanas, sin embargo, llevan ejecutando una política de aislamiento hacia este pueblo, cuyos miembros son considerados inmigrantes ilegales y han sido reprimidos de forma continua, según denuncia la ONU. Tanto la comunidad budista como la musulmana se han acusado mutuamente de ser el origen de estos enfrentamientos.