24 horas de 'Era Trump'

Pilar García de la Granja 21/01/2017 17:56

Trump, como nos tiene habituados, fue él mismo. Sin sorpresas. Una especie de Evita Perón con tupé, un populista a lo Tsipras, una mezcla de Le Pen y Pablo Iglesias. "Devolverle el poder al pueblo, ese poder que Washington, la burocracia y la corrupción ha arrebatado a los ciudadanos".

Los mismos populismos que azotan medio Occidente con el mismo denominador común y diferente aspecto. Pero lo mismo al final, acabar con el sistema, reventarlo, hacer una revolución. La que pretende Trump tiene que ver con el intervencionismo económico, el proteccionismo comercial y el patriotismo. "America para los Americanos, en un estado en el que el Gobierno le dará trabajo a la gente". Lo podria haber afirmado con igual tranquilidad Stalin o Pablo Iglesias o Pinochet.

En el Partido republicano están en estado de schock. Bannon , el hombre de Bravehart había escrito el discursos de inauguración. Veinte minutos sin una sola cita histórica, para arengar a las masas, para describir un país que, efectivamente está divido, pero que no es lo que pintaba el 45 Presidente de Estados Unidos.

Y los Republicanos manteniendo la respiración, porque una cosa es ser un neocon, como se conoce a los conservadores moderados en Estados Unidos. Esos que mezclan cierta tradición con las políticas liberales económicas, como el libre mercado, y otra cosa es la extrema derecha 'Alt-Right' , la derecha alternativa, que es la que ha tomado el poder en USA. Por buscar un semejante, una cosa es Sarkozy, y otra muy diferente Marine Le Pen. Cuando desde la izquierda se pretende hacer todo igual, luego llegan estas sorpresas.

Y porque no son ni lo mismo, ni parecido. Ni Trump es Reagan, ni tiene nada que ver con los Bush. Trump es un populista, intervencionista. No cree en la globalización, cree en acuerdos comerciales bilaterales y, si es posible, con quien hable inglés. Ha devuelto el busto de Churchill al Despacho Oval. Probablemente Churchill se esté revolviendo en la tumba.

Trump es disyuntivo y diferente. No se le puede juzgar como a un político tradicional, porque no lo es. Con 72 años es el Presidente de Estados Unidos que ha ganado contra todo y contra todos. Es el más activo en Twitter jamás visto, y sobre todo, no tiene ataduras más allá que hacer lo que le parezca bien (a él). A partir de aquí, muchos se preguntan qué legado, qué país ha dejado el Presidente Obama para que 62 millones de personas votasen por Trump.

El país está dividido, y ahora en la Casa Blanca está un hombre que solo tiene una obsesión, su ego y una familia tan extraña, que es lo mas parecido a una familia aristocrática de la Baja Edad Media.

El mismo día de su jura, llegó a la Casa Blanca y firmó un decreto para empezar a desmantelar el Obamacare. Ese sistema de salud que fue la medida estrella del Presidente saliente y que da cobertura sanitaria a 20 millones de personas, pero que, es verdad, está mal diseñado y peor implementado.

Además en la web de la Casa Blanca se pueden encontrar sus políticas para los proximos 100 días, entre ellas la nueva política energética, de comercio internacional y de inmigración.