Al acercarse al coche, los vigilantes notaron el olor a marihuana y pidieron al hombre que saliera de su vehículo.
Lyles-Dawson hizo justo lo contrario y cerró la puerta. La madre de éste, que viajaba como pasajero, siguió su ejemplo y dio un portazo.
Tras un rato y cuando los agentes lograron convencer a Giovanni de salir de su coche, éste respondió: ¡Sí, fumo porros! Pero no van a encontrar nada en el coche, la he fumado toda.
Finalmente, el sujeto fue multado por conducir con una matrícula caducada, por oponer resistencia a la ley y por posesión de narcóticos.