El portavoz de Nidaa Tounes anuncia su dimisión en medio de las tensiones en el partido

EUROPA PRESS 19/01/2016 02:28

"Pido a todos los militantes que participen en un diálogo y debate para encontrar una solución a la crisis y a ponerse de acuerdo sobre un comité que dirija de forma provisional el partido", ha dicho, según ha informado el diario local 'Business News'.

El presidente de Túnez y exlíder de Nidaa Tounes, Beyi Caid Essebsi, negó la semana pasada que pretenda ceder el poder en la formación a modo de legado, en medio de las dimisiones a causa del papel de su primogénito en el partido.

En las últimas semanas han presentado su dimisión diez altos cargos del partido y 22 parlamentarios --entre ellos varios ministros--, que afirmaron que abandonaban el partido debido a que "está siguiendo un camino no democrático".

Esta situación ha permitido a sus rivales, los islamistas moderados de Ennahda con los que gobiernan en coalición, convertirse en el principal poder parlamentario, y ha profundizado la ya existente división entre los dos bandos de Nidaa Tounes, tan sólo unos días después de que su secretario general, Mohsen Marzuk, anunciara su separación de la formación para crear un nuevo movimiento político.

Las dimisiones de los miembros del principal partido de la coalición de Gobierno tunecina podrían complicar los intentos del Ejecutivo de impulsar importantes reformas que los acreedores internacionales están exigiendo para frenar el gasto público y empujar la economía de un país golpeado por tres grandes atentados islamistas el último año.

Nidaa Tounes emergió como fuerza política en 2013, para liderar las protestas contra el Gobierno de Ennahda, a quien venció en 2014 y con quien se unió para formar Gobierno.

Las divisiones han ido creciendo en las filas del partido desde el año pasado, después de una disputa entre dos alas de la formación, una liderada por el hijo del presidente, Hafedh Caid Essebsi, y otra por Marzuk.

Los partidarios de Essebsi niegan que quieran colocar al hijo del presidente en una posición de poder a través de un traspaso dinástico del control del partido. Por su parte, los críticos consideran que el bando de Essebsi ha pisoteado las normas del partido.