El primer ministro Pedro Passos Coelho ha anunciado que retrasará la edad de jubilación hasta los 66, ampliará de 35 a 40 las horas semanales de trabajo y prescindirá de 30.000 funcionarios. "Con las medidas que acabo de anunciar esperamos conseguir un ahorro de 4.800 millones hasta 2015", ha explicado el líder conservador. Este nuevo plan del gobierno luso llega con el objetivo de reducir el deficit presupuestario y cumplir con los objetivos de rescate. Sin embargo, sigue siendo objeto de debate entre oposición y sindicatos. "No aceptamos este ataque brutal contra los funcionarios públicos, los pensionistas y los trabajadores portugueses", ha declarado Armenio Carlos, líder del principal sindicato en Portugal. Los portugueses no tendrán más remedio que hacer frente a esta batería de recortes con el principal fin de evitar un temido segundo rescate.