El documento preparado como base de negociación por la presidenta de la cumbre, la canciller mexicana, Patricia Espinosa, "toma nota" de las promesas de reducción de emisiones formuladas por los países en la anterior cumbre de Copenhague, que hasta ahora estaban fuera de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (UNCCC).
"Hemos estado trabajando ininterrumpidamente para lograr un paquete de acuerdos equilibrado, necesitamos que los Estados realicen un último esfuerzo y muestren flexibilidad para que éste sea aprobado, y con esto enviemos un claro mensaje al mundo", dijo la canciller mexicana ante el plenario de la cumbre.
El texto elaborado tras intensas negociaciones invita a los países en desarrollo, como China o India, a informar voluntariamente de las acciones de mitigación nacionales "apropiadas" que desarrollen.
También sugiere el establecimiento de un registro de actuaciones en materia de reducción de emisiones para coordinar la transferencia de tecnología, el acceso a fondos de ayuda y la construcción de capacidades en países sin obligaciones bajo el Protocolo de Kioto.
Junto a un anterior borrador sobre la renovación del Protocolo, este nuevo texto trata de resolver el enfrentamiento entre países en desarrollo y desarrollados que ponía en duda el resultado de la cumbre.
Según esta fórmula, países como China, Brasil o EE.UU., que no tienen obligaciones bajo Kioto, negociarán sus políticas de mitigación en el marco de Naciones Unidas, ya que hasta ahora se consideraban programas nacionales fuera del proceso multilateral.
Por otro lado, los Estados obligados por el Protocolo de Kioto acordarían proseguir las negociaciones para un segundo período de compromiso antes de que el tratado vinculante expire en 2012.
En conjunto, los documentos de la Presidencia mexicana reconocen 1990 como el año de referencia para calcular los compromisos de reducciones de gases de todos los países.
En esta línea, admiten por primera vez que existe una brecha entre las actuales promesas de mitigación y las reducciones reales para evitar que la temperatura media del planeta no aumente más de 2 centígrados en relación a los niveles preindustriales, tal como se acordó en Copenhague.
Así, instan a "elevar los niveles de ambición" de los países contaminantes para reducir esta diferencia, que oscila entre 5.000 y 9.000 millones de toneladas al año, entre los compromisos y los datos científicos del cuarto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de 2007.
Precisan que las reducciones deberían ser de entre el 25 y el 40% respecto a los niveles de 1990 para 2020, si se quieren evitar las consecuencias climáticas negativas que augura el IPCC.
En la actualidad, este porcentaje obligatorio bajo el Protocolo de Kioto es del 20% y algunos países, como los de la Unión Europea (UE), analizarán en 2011 si los aumentan al 30%.
La propuesta de borradores mexicanos producto de intensas negociaciones contrarreloj se debe presentar ahora la consideración del plenario de la cumbre, antes de poder ser adoptada por las partes de los más de 190 países presentes en Cancún.