Cientos de inmigrantes, en su mayoría tunecinos, llegados a la isla italiana de Lampedusa han tomado las calles para protestar contra los planes de evacuación del gobierno italiano y piden quedarse al mismísimo Silvio Berlusconi.
Pero la situación en la isla es insostenible y, los miles de inmigrantes que han llegado a la isla en los últimos meses, se hacinan en un verdadero basurero en ínfimas condiciones sanitarias.
El alcalde de Lampedusa ha llevado al ejército hasta el asentamiento donde se acumulan los inmigrantes, para recoger la basura.
Miles de hombres que buscaban en estas tierras una oportunidad para iniciar una nueva vida y escapar de los enfrentamientos de sus países de origen pero se han encontrado con una terrible realidad.
Plan de evacuación
El plan de Berlusconi es evacuar a 3.850 personas hacia el campamento levantado en Taranto, en el tacón de la bota italiana, pero el fuerte viento y el mal estado del mar han evitado que se pueda completar la operación.
Unos 2.300 norteafricanos ya han sido trasladados pero aún quedan en la isla casi 4.000, de los que unos 350 son menores, lo que es un problema añadido.
Berlusconi tiene previsto viajar a Túnez el próximo lunes, para evaluar con las autoridades locales la manera de frenar el flujo de emigrantes. BQM