Pyongyang ofrece a Seúl conversaciones a nivel gubernamental para normalizar la situación de Kaesong

EUROPA PRESS 06/06/2013 05:47

Pyongyang ha añadido que, si Seúl acepta la oferta, está dispuesto a restablecer los canales de comunicación en la localidad fronteriza de Panmunjon --fuertemente militarizada--, que cortó el pasado mes de abril con el cierre de Kaesong.

Además, ha apuntado que, si su vecino accede, aceptará igualmente abordar cuestiones humanitarias, como el reencuentro de las familias separadas por la guerra coreana (1950-1953), que hasta ahora han tenido reuniones esporádicas facilitadas por ONG.

Desde el cierre de Kaesong, Corea del Norte se había ofrecido a mantener reuniones con representantes de los empresarios surcoreanos para solucionar cuestiones pendientes, como las materias primas y los productos acabados que siguen en el complejo industrial.

Seúl había rechazado estas reuniones, al considerar que la sociedad civil no está autorizada para tomar decisiones sobre Kaesong, y había ofrecido en varias ocasiones a Pyongyang abrir un diálogo gubernamental para abordar este tema.

CIERRE DE KAESONG

El Gobierno de Kim Jong Un anunció el pasado 3 de abril que a partir de ese momento prohibiría la entrada a Kaesong de los trabajadores surcoreanos, y dio hasta el 10 de abril para evacuar a los 800 que entonces se encontraban en el complejo industrial.

Apenas cinco días después, Corea del Norte anunció la suspensión "temporal" de las actividades en Kaesong y la retirada de todos sus trabajadores para "analizar la situación y determinar si se autoriza su existencia o se cierra"".

El complejo industrial se encuentra en la región administrativa de Kaesong, en Corea del Norte, a unos diez kilómetros de la frontera común. Desde 2004, cuando abrió sus puertas, 123 empresas surcoreanas se han asentado allí para dar trabajo a 54.000 norcoreanos.

Kaesong es uno de los escasos ejemplos de cooperación entre las dos Coreas, que técnicamente se encuentran en guerra, ya que tras tres años de combates se limitaron a firmar un armisticio para poner fin a las hostilidades, en lugar de un acuerdo de paz.

MARCHA ATRÁS

Se trata del tercer acto de distensión que el régimen comunista lleva a cabo desde el agravamiento de la crisis bilateral, que comenzó en 2012, con los lanzamientos de misiles de largo alcance de abril y diciembre, y alcanzó su punto álgido en 2013 con la prueba nuclear de febrero y los lanzamientos de misiles de corto alcance de mayo.

Anteriormente, el enviado especial de Corea del Norte a China, Choe Ryong Hae, anunció la disposición de su Gobierno a reanudar las conversaciones a seis bandas sobre la desnuclearización de la península coreana.

El Gobierno de Kim Jong Un también accedió, sorpresivamente, a retirar las plataformas de lanzamiento de cohetes de largo y corto alcance ubicadas en su costa oriental.

En medio de la escalada de tensión del último año, Corea del Norte declaró el "estado de guerra" en la península coreana, amenazó con atacar objetivos surcoreanos y las bases militares que Estados Unidos posee en Guam, Hawai y Japón y anuló los acuerdos emanados de las conversaciones a seis bandas.