La reintegración de Cuba en la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo Insulza, depende de la voluntad de La Habana de aceptar los propósitos y principios del organismo interamericano.
El titular de la OEA afirmó en una conferencia del Diálogo Interamericano que la resolución aprobada en la XXXIX Asamblea General de San Pedro Sula (Honduras) el pasado 3 de junio establece cómo Cuba puede cruzar la puerta.
"El cerrojo está quitado, pero la puerta no está abierta. La resolución dice cómo entrar", señaló.
La resolución, aprobada por consenso en una Asamblea calificada de "histórica" por los países miembros, prevé que la participación de Cuba en el organismo "será el resultado de un proceso de diálogo iniciado a solicitud del Gobierno de Cuba y de conformidad con las prácticas, los propósitos y principios de la OEA".
El diálogo con Cuba aún no se ha iniciado tres semanas después del levantamiento de la suspensión que la OEA impuso a Cuba en 1962 por sus vínculos con el bloque chino-soviético, indicó Insulza.
"No se han puesto en contacto con nosotros. No he tenido conversaciones con ninguna autoridad cubana estos días", recalcó.
El Gobierno de Cuba reiteró poco después de la Asamblea que no volverá a la OEA.
Insulza reveló que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sí ha mantenido conversaciones con Cuba, aunque dijo desconocer el resultado de este diálogo.
El titular de la OEA afirmó que no espera "nuevos movimientos" por parte del organismo hasta que Cuba dé los primeros pasos para su reintegración.
No obstante, insistió en que "todo el mundo está dispuesto a conversar con Cuba sobre este asunto", ya que todos los países miembros "quieren que La Habana se reintegre", pero "no a costa de la organización".
En este sentido, y pese a la reiterada negativa expresada por la isla de volver a la OEA, Insulza destacó que "depende de Cuba cómo de histórica" será la resolución.
La reintegración de La Habana en la OEA depende "básicamente de lo que Cuba está dispuesto a hacer" para atenerse a los instrumentos del organismo", apuntó.
El ex ministro chileno reiteró que no se trata de "quitar un cerrojo viejo y reemplazarlo por uno nuevo", al negar que la Asamblea General haya impuesto nuevas condiciones y obstáculos a Cuba para mantener a la isla fuera de la OEA.
"No es una nueva herramienta para mantener a Cuba fuera de la OEA. Se trata simplemente de la naturaleza de cómo se comporta una organización internacional", en la que todos los países miembros "tienen los mismos derechos y obligaciones", explicó.
Insulza abogó por abrir "paso a paso", pero "progresivamente" y con un ritmo que va aumentándose el camino a una posible reintegración de la isla a la OEA.
Además, volvió a pronunciarse a favor de que EE.UU. levante el embargo a la isla y afirmó que conforme avanza el diálogo entre Washington y La Habana, será también más fácil involucrar a Cuba en temas de la OEA.
Insulza indicó que, pese a las dificultades que se dieron en las negociaciones en Honduras y las vinculaciones de algunos países de su permanencia en la OEA con el futuro de Cuba, no cree que "ningún país hubiera abandonado" el organismo, en caso de no haber sido aprobada la resolución.