El hombre, que ahora tiene 71 años, fue indultado en 2017 por Jerry Brown, el gobernador de California, tras reabrirse el caso y comprobarse con unas pruebas de ADN que no había sido el culpable de los asesinatos de la que fuera su pareja y el hijo de esta. Ambos aparecieron estrangulados con una cuerda en la cama de su domicilio.
La decisión de su condena, se debió en parte a las declaraciones de una vecina que decía que había escuchado golpes, además afirmaba haber visto el coche de Coley y un hombre que encajaba con su aspecto físico, según informa The Telegraph.
El acusado negó los hechos pero no fue hasta 2016 cuando la policía y la Fiscalía reabrieron el caso después de que un agente retirado que había llevado el caso, volviera a sembrar dudas sobre la culpabilidad de Coley.
Se comprobó que la vecina no tenía visión desde ningún punto de su casa para ver el coche y además se reexaminaron las pruebas de ADN encontrado en la escena del crimen y se concluyó que ninguna de ellas coincidía con las de Craig Coley.
Fue descrito como un preso modelo que estudiaba una licenciatura durante su encarcelamiento y el alcalde la ciudad reconoció que "Si bien ninguna cantidad de dinero puede compensar lo que le sucedió al Sr. Coley, resolver este caso es lo correcto para el Sr. Coley y nuestra comunidad".