Brahimi se había desplazado al lugar para visitar el campamento --en el que residen alrededor de 30.000 ciudadanos sirios-- y comprobar los servicios que se facilitan en las instalaciones a los refugiados. Durante la visita ha estado acompañado por personal de Naciones Unidas y altos cargos del Gobierno jordano.
El enviado especial para Siria se ha comprometido con los refugiados a "alcanzar una solución política real" que les permita regresar al país y "poner fin a su sufrimiento", según ha informado la agencia estatal jordana, Petra. Brahimi ha visitado Zaatari poco después de acudir al campamento de refugiados sirios en la localidad turca de Altinozu.
Durante su visita a Zaatari, alrededor de 200 residentes se han manifestado cerca de la entrada al campamento coreando 'Brahimi vete' y acusando al enviado especial de "complacer a Damasco".
"Brahimi actúa como si fuera nuestro salvador, cuando solo prolonga nuestro sufrimiento", ha dicho un residente. "Queremos enviar un mensaje simple: basta de conversaciones, basta de observadores. Necesitamos armas, no palabras para poner fin al derramamiento de sangre", ha agregado, según ha recogido el diario 'The Jordan Times'.
Posteriormente, cuando el convoy abandonaba el lugar, un grupo de jóvenes han apedreado el vehículo en que viajaba Brahimi, tal y como han indicado fuentes de seguridad jordanas, versión que ha sido confirmada por oficiales del campamento. No se han registrado heridos ni se ha procedido a detener a los implicados.
Por su parte, Naciones Unidas ha dicho que Brahimi "se reunió con refugiados sirios y escuchó sus versión de los acontecimientos", pero no ha hecho referencia alguna al incidente que ha sufrido el convoy del enviado especial para Siria.
"Brahimi estaba muy conmovido por lo que vio y escuchó y ha prometido trasladar una visión exacta de su situación a todas aquellas personas con las que se reúna en Naciones Unidas en Nueva York, donde estará la semana que viene", ha dicho el portavoz del secretario general de la ONU, Martin Nesirky.