Las regiones acorralan a Boris Johnson por sus medidas para frenar el coronavirus

  • El alcalde de Manchester sigue negándose a que el Gobierno imponga allí el nivel máximo de alerta

  • El Reino Unido está cada vez más dividido por la estrategia a seguir para reducir los contagios

  • Solo un 36 % de los británicos confía en el primer ministro británico para liderar la respuesta a la crisis del coronavirus

“The North is not a Petri dish” (El norte no es una placa de Petri). Esta es la queja que se lee en una pared de la céntrica plaza Piccadilly Gardens de Manchester. Este grafiti refleja cómo se siente la mayoría de los residentes de esta ciudad del norte de Inglaterra: como ese pequeño plato que los científicos usan en sus experimentos en los laboratorios. Y es que entre los mancunians se ha extendido la sensación de que el Gobierno conservador quiere usar esta zona (predominantemente de izquierdas) para probar si realmente funcionan las restricciones para contener el virus.

El Ayuntamiento ha dicho que va a dejar la pintada unos días y luego la borrará. “Los mancunians nos unimos cuando nuestra ciudad es amenazada”, dice la concejala Pat Karney. Sus autoridades se siguen resistiendo a que el Ejecutivo de Boris Johnson pase a Manchester al nivel de alerta máximo.

Su alcalde, Andy Burnham, no quiere permitir que “el Gobierno empobrezca todavía más el norte de Inglaterra”. Solo dará su brazo a torcer si promete más ayudas para todos aquellos que se vean obligados a cerrar la persiana por la imposición de las nuevas restricciones, que implicarían el cierre de bares y restaurantes y otros muchos negocios, como los gimnasios, etc.

Este político laborista, que fue Ministro de Sanidad bajo el mandado de Gordon Brown, propone que el Ejecutivo vuelva a introducir el programa que aplicó durante el confinamiento, por el que la gente recibía el 80 % de su salario. “Se están cerrando empresas en las que trabajan personas con sueldos bajos. No se les puede quitar su empleo sin ofrecerles apoyo”, insiste.

“Esta no es únicamente una lucha de Manchester. Es algo que debería preocupar a todos porque cualquier parte del país podría acabar en el nivel 3 durante este invierno”, asegura Burnham, que este domingo ha vuelto rechazar el “ultimátum” que el viernes lanzó Johnson. Su Gobierno acusa al alcalde de “poner en peligro la vida de sus ciudadanos”, pero a pesar del rifirrafe, ha confirmado que “las negociaciones continúan”.

Reino Unido dividido

El programa de análisis político de la BBC, The Andrew Marr show, ha arrancado así este domingo: “¿Está cambiando el coronavirus cómo está conformado el Reino Unido políticamente?” Y es que el sistema es bastante centralizado, pero Manchester le ha dicho a Londres que “no”, Gales va por libre, el Ejecutivo de Irlanda del Norte ha impuesto allí unas de las medidas más duras de todo el país y, según las últimas encuestas, el deseo de independencia de Escocia, donde las restricciones son mayores que en Inglaterra, no deja de crecer.

El Gobierno británico (desde Londres) solo dirige la respuesta a la crisis en Inglaterra. Después de días debatiendo cómo afrontarla decidió dividir esta región del país por niveles de riesgo: medio (tier 1), alto (tier 2, en el que se encuentra Londres) y muy alto (tier 3, en el que están Liverpool y Lancashire).

Muchos se preguntan por qué Boris Johnson se ha metido en el lío de negociar en qué nivel situar a cada zona de Inglaterra, en lugar de seguir la recomendación de los asesores científicos que han aconsejado que se imponga lo que han denominado un "confinamiento preventivo” de dos semanas en todo el país para frenar los contagios.

La oposición laborista apoya este modelo que se ha descrito también como “un cortocircuito”. De hecho, el Gobierno de Gales baraja seriamente anunciar este lunes un posible confinamiento temporal en esta región. La presión para que Johnson lo acabe haciendo también en Inglaterra no deja de crecer, pero este continúa resistiéndose y apostando por restricciones a nivel local, aunque muchos cuestionan que realmente estas estén ayudando a contener los contagios.

La popularidad de Boris Johnson sigue cayendo

Solo un 36 % de los británicos confía en Boris Johnson para liderar la respuesta a la crisis del coronavirus. El líder laborista, Keir Starmer, la Ministra Principal de Escocia, Nicola Sturgeon, y el Ministro de Economía, Rishi Sunak, sacan ventaja al líder conservador, según una encuesta de BMG Research para el periódico The Independent.

El viernes se registraron en el Reino Unido 15.650 casos y 136 fallecidos, mientras que el sábado se confirmaron 16.171 contagios a la vez que perdieron la vida otras 150 personas. Las unidades de cuidados intensivos de los hospitales de algunos puntos del país están llegando al límite de su capacidad. Es el caso de Liverpool, Manchester e Irlanda del Norte.