La Policía china ha rescatado a 30 discapacitados mentales que eran obligados a trabajar prácticamente como esclavos en hornos de ladrillos en la provincia de Henan, en el centro del país, y ha detenido a ocho personas, incluido un supervisor de la fábrica de tan solo 14 años, según han informado este miércoles los medios estatales chinos.
Algunos de los rescatados estaban ciegos y mudos, mientras que otros eran incapaces de decir de dónde procedían, lo que complica la posibilidad de que la Policía consiga hacerles regresar a sus casas, según ha informado el 'Diario del Pueblo' en su página web (www.people.com.cn).
La Policía actuó tras recibir un chivatazo y registró los hornos para rescatar a los trabajadores, que eran de cuatro condados de Henan, según el diario.
El caso recuerda un escándalo en 2007 cuando los medios chinos averiguaron que al menos 1.000 personas habían sido obligadas a trabajar como esclavos en hornos de ladrillos en la provincia de Shanxi, tras la búsqueda desesperada de un padre de su hijo adolescente desaparecido.
Tras ese caso, el Gobierno chino prometió acabar con la práctica, pero los medios informan de forma ocasional de casos similares. Algunos traficantes de personas chinos buscan deliberadamente a discapacitados mentales de las zonas rurales para atraerlos con contratos de trabajo, según los medios chinos.