Rohani, que de todos modos calificó el día del entendimiento como de "histórico para la memoria nacional", felicitó al equipo de negociación de Lausana (Suiza) liderado por el ministro de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, y se felicitó por la flexibilidad demostrada por la comunidad internacional al "aceptar que Irán pueda enriquecer uranio".
"Si se nos promete algo, mantendremos nuestro rumbo de acuerdo con la promesa dada. Por supuesto, depende también de que la otra parte emprenda sus acciones de acuerdo según la misma promesa", ha hecho saber en un discurso recogido por la cadena nacional PressTV.
Lo que sí hizo Rohani fue recalcar que las sanciones económicas impuestas a Irán precisamente por su programa nuclear no han sido un factor que haya impulsado al país a negociar, frente a lo declarado por la Administración estadounidense. "Esa clase de afirmaciones carecen de base. El objetivo de esas sanciones no era el de llevar a Irán a la mesa de negociaciones. Su objetivo era que Irán se rindiera", ha aseverado el mandatario iraní.
El presidente destacó, como viene siendo habitual, que el programa nuclear iraní tiene carácter exclusivamente civil y su misión es la de garantizar el suministro energético a la población. "Las centrifugadoras tienen que seguir girando para que las vidas de la gente y la economía continúen progresando, y hoy nos hemos acercado aún más a ese objetivo", ha dicho.
Por último, el presidente iraní lanzó un velado mensaje a los elementos más radicales del régimen, que han denunciado la firma del acuerdo como un acto de sumisión, como hiciera ayer el asesor del líder supremo Alí Jamenei Hossein Shariatmadari, quien aseguró que el pacto "pone a Irán a los mandos de un caballo con las bridas rotas".
"Algunos creen que solo tenemos dos opciones: o luchar o rendirnos a las potencias internacionales. Yo digo que ninguna de las dos cosas, porque existe un tercer camino: el de la cooperación con el mundo", ha concluido el mandatario iraní.