Gardener, madre de cuatro hijos, se ha sometido a diversas operaciones tras el accidente, a pesar de que todos los médicos estaban de acuerdo en que no iba a volver a poder andar. Harta de la situación, en la que los cirujanos seguían proponiéndole nuevas intervenciones para los próximos años pese a que ya barabajan que la mejor idea era amputarle al menos una de las piernas, Kathy decidió hacer pública su historia en busca de que el equipo médico sea consciente de su estado y le amputen no una, sino ambas.