Así se ha manifestado el embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, quien ha desmarcado a Moscú de una posición cada vez más unánime en el seno de la comunidad internacional. "Creemos que el camino de las sanciones en el Consejo de la Seguridad está agotado", ha advertido, en unas declaraciones ante los periodistas.
"Seguimos creyendo muy fuertemente que se debería continuar con las negociaciones con Irán", ha añadido Churkin, quien incluso ha señalado que los contactos del 5+1 --Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido Francia y Alemania-- con Irán se han visto perjudicados por el informe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) que recoge un posible programa armamentístico oculto por parte de las autoridades iraníes.
Churkin ha asegurado que el informe contenía "muy poca información nueva" y ha lamentado que los acercamientos a Teherán puedan haberse visto "enteramente desbaratados" o al menos "interrumpidos" por el documento presentado por la agencia dependiente de la ONU.
Estados Unidos y varios países europeos han ampliados sus castigos contra la República Islámica, mientras crecen las voces que apuntan a una posible reunión del Consejo de Seguridad sobre este tema. Rusia cuenta en este foro, integrado por 15 países, derecho de veto, y se ha convertido, junto con China, en aliado clave de Irán en el escenario internacional.
El embajador ruso también ha criticado la forma en que las potencias occidentales e incluso los países árabes han comenzado a presionar a Irán y también a Siria porque, a su juicio, promueve un "escenario de confrontación". "Todas estas amenazas e insinuaciones de una acción militar no ayudan en absoluto", ha apuntado.