Un alto cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha asegurado este martes que su país no se opone a la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que condene al régimen sirio por la represión ejercida contra los manifestantes pacíficos siempre y cuando el texto no incluya sanciones ni otras medidas de "presión" contra Damasco.
Estas declaraciones dejan la puerta abierta a la aprobación de una resolución de condena en el máximo órgano de decisión de la ONU --en el que Rusia tiene derecho a veto como miembro permanente-- durante la segunda jornada de consultas sobre la reacción a adoptar tras la violenta represión ejercida por el régimen de Bashar al Assad en la ciudad de Hama, que causó unos más de cien muertos el pasado domingo.
El director del Departamento de Oriente Próximo y África del Norte del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Vershinin, ha afirmado que su país no se opone "categóricamente" a la aprobación de una resolución sobre Siria.
"No somos formalistas, no estamos categóricamente en contra de nada en particular", ha asegurado Vershinin. "Si hay artículos desequilibrados, sanciones o presión, creo que ese tipo de presión es malo porque nosotros queremos menos derramamiento de sangre y más democracia", ha explicado.
La amenaza de veto por parte de Rusia y de China provocó hace dos meses la retirada de una resolución de condena del régimen sirio impulsada por Reino Unido, Alemania, Francia y Portugal en el Consejo de Seguridad del organismo multinacional.
Sin embargo, esta semana Alemania ha solicitado una nueva reunión del Consejo de Seguridad tras los últimos informes sobre la represión de las autoridades de Damasco en Hama y en otras ciudades del país. Grupos de Derechos Humanos, testigos y residentes han asegurado que al menos 122 civiles murieron a manos del Ejército en el asalto con tanques en la ciudad de Hama.
El embajador de Rusia ante Naciones Unidas, Vitaly Churkin, advirtió el lunes de que la aprobación de una resolución de condena del régimen sirio sería "un tanto excesivo" y afirmó que vería "satisfactoria" la ratificación de una declaración que reclame el final de la violencia y apueste por dar una solución pacífica a la crisis.
El pasado mes de junio, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, advirtió de que su país no respaldaría ninguna resolución sobre la actitud del régimen de Damasco aunque no llegó a amenazar con utilizar el derecho a veto en el Consejo de Seguridad.
El Gobierno ruso, un estrecho aliado de Damasco en la época soviética, tiene en vigor en la actualidad contratos de venta de armamento a Siria por valor de cuatro millones de dólares (unos 2,8 millones de euros), según el diario 'Vedomosti'.
Rusia se abstuvo en la votación que aprobó la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que autorizó el despliegue de una misión militar para establecer una zona de exclusión aérea en Libia y ha criticado en múltiples ocasiones los bombardeos realizados por las fuerzas aliadas en el país norteafricano.
Los grupos defensores de Derechos Humanos mantienen que unas 1.600 personas han muerto en Siria por la represión del régimen de Al Assad contra las manifestaciones antigubernamentales.