"Estamos categóricamente contra el inicio de una espiral de tensión y confrontación en cuestiones vinculadas con Irán. Consideramos que esto (...) conlleva serias consecuencias", ha señalado el portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Alexander Lukashevich.
Por otra parte, el portavoz ha considerado que el asalto de la Embajada británica ocurrido este martes no puede justificarse. "Las crecientes tensiones en la relación con Teherán está bloqueando la reanudación de las conversaciones" entre Irán y el grupo 5+1 con vistas a conseguir que Teherán abandone su intención de dotarse con armas nucleares, ha precisado.
Según Lukashevich, Teherán no está contestando a las preguntas de la comunidad internacional sobre su programa nuclear pero ha sugerido que Occidente se merece gran parte de la culpa de la creciente tensión.
El portavoz ha reiterado las críticas de Rusia al reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), que ha calificado de "contraproducente, inoportuno y débilmente fundamentado". Asimismo, ha criticado "la imposición por algunos estados de sanciones extraterritoriales y unilaterales (...) y las amenazas completamente inaceptables del uso de la fuerza contra Irán".
Por último, el portavoz ha instado a Irán a investigar el ataque el martes contra dos complejos de la Embajada británica en Teherán. "Hemos condenado la incursión ilegal por los manifestantes. Tales acciones son sediciosas y no pueden justificarse", ha opinado Lukashevich. En este sentido, ha revelado que se va a incrementar la seguridad en la Embajada rusa en Teherán.