Save the Children estima que el número de niños refugiados sin escolarizar asciende a 3,5 millones

EUROPA PRESS 18/05/2016 15:46

En 2015, 80 millones de menores vieron interrumpida su educación, fundamental para aquellos que se han enfrentado a situaciones traumáticas y estresantes en lugares de conflicto. La educación ofrece a los niños oportunidades de éxito y evita que se vean expuestos a sufrir discriminación o a convertirse en víctimas de trata de personas o de matrimonio forzado.

"Es un escándalo que a los niños se les niegue la oportunidad de tener una vida mejor por estar fuera del sistema educativo. Sin una educación se enfrentan a un futuro muy complicado. Además, son más propensos a emprender peligrosos viajes a Europa y a otras partes del mundo, y también tienen más probabilidades de sufrir todo tipo de abusos", ha explicado el director general de Save the Children, Andrés Conde.

"Por ello, en la Cumbre Mundial Humanitaria, exigiremos que ningún niño refugiado quede fuera del colegio más de 30 días después de haber sido desplazado. Actualmente el promedio de tiempo que se pasa siendo refugiado es de 17 años, lo que significa que millones de niños y jóvenes pierden años, a veces todos, de su educación, lo que disminuye drásticamente sus oportunidades de tener un futuro mejor", ha añadido.

Los países en desarrollo albergan el 86 por ciento de los refugiados, que se enfrentan principalmente a problemas económicos, burocráticos y lingüísticos a la hora de intentar acceder a la educación. Para Save the Children, la inauguración de la Cumbre Mundial Humanitaria en Estambul el 23 y 24 de mayo supone una gran oportunidad para cambiar esta situación y priorizar las necesidades de los niños más vulnerables del mundo.

"La educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas carece de los fondos necesarios. No vamos a alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible a no ser que todos trabajemos juntos para eliminar las barreras que impiden a millones de niños refugiados acceder a una educación de calidad básica", ha denunciado Conde. "Es necesario un mayor apoyo financiero, legal y político a los gobiernos de los países afectados para asegurar que los niños refugiados tengan acceso a la educación".

El acuerdo, que destaca también el compromiso a garantizar por parte de los gobiernos receptores mediante la creación de infraestructuras y la eliminación de barreras legales y financieras, incluye no sólo a solicitantes de asilo y refugiados sino también a desplazados internos.

"Creemos que todos los niños desplazados a la fuerza merecen un acuerdo que les garantice el derecho a una vida segura. Además, queremos establecer una protección transfronteriza para aquellos niños que se desplacen entre diferentes países. Esperamos que se apliquen las normas existentes a nivel internacional, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, así como las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre los niños y los conflictos armados", ha zanjado Conde.