El alcalde de Londres, Boris Johnson, ha anunciado en un comunicado la compra inminente de estos equipos, que serán repartidos entre los policías de la capital antes de marzo de 2016. "Es una tecnología pionera que construirá confianza, ayudará a la Policía a hacer su trabajo y permitirá a la población exigir más cuentas a los agentes", ha resumido.
Las fuerzas londinenses iniciaron en mayo de 2014 un programa piloto con las primeras mil cámaras. Desde entonces, las autoridades han subido a los servidores unos 6.000 vídeos por mes y, según los agentes participantes, las quejas se han reducido y las confesiones rápidas han aumentado, informa la cadena BBC.
El jefe de Scotland Yard, Bernard Hogan-Howe, ha advertido de que, "durante mucho tiempo", las fuerzas de seguridad han ido tecnológicamente por detrás de la ciudadanía, que "tiene en sus bolsillos" aparatos con los que "grabar hechos en cuanto suceden".
En septiembre, un comité de ética de la Policía publicará un informe sobre el correcto uso de los nuevos equipos, que Scotland Yard planea adquirir vendiendo instalaciones oficiales en desuso.
Las autoridades ya han confirmado que las imágenes captadas por los agentes permanecen archivadas sólo durante un mes. Tras este plazo, son eliminadas si antes no se solicitan como prueba para alguna investigación.