Según el profesor Zeev Rothstein, la vida de Sharon está en peligro debido al deterioro en el funcionamiento de órganos vitales. El director del centro ha explicado que Sharon no está recibiendo diálisis, pese al fallo renal sufrido, sino que se le están administrando antibióticos debido a las infecciones que presenta.
"Sigue recibiendo el mismo tratamiento médico que ha estado recibiendo durante años", ha subrayado Rothstein, asegurando que "está recibiendo todo el tratamiento necesario", según informan los medios israelíes.
"Si hubiera un problema en solo un órgano, sería una historia diferente, pero sufre problemas en varios órganos", ha explicado el director del hospital, que ha aclarado no obstante que el estado de salud no se ha deteriorado aún más desde el miércoles.
Los dos hijos del exprimer ministro, Omri y Gilad, se mantienen junto a su padre. "Tenemos esperanza, siempre tenemos esperanza", declaró anoche desde el hospital al 'Jerusalem Post' el exdiputado Omri Sharon. Según se supo ayer, los médicos habrían informado a la familia de que al exprimer ministro podrían quedarse solo días de vida.
Sharon se encuentra en coma desde el 4 de enero de 2006, cuando sufrió un derrame cerebral. El exprimer ministro, de 85 años, había experimentado respuestas positivas esporádicas a los escáneres que miden la actividad cerebral, pero no ha salido del estado vegetativo inicial.