Los talibán dicen no tener constancia de una nueva ronda de conversaciones con el Gobierno de Afganistán

EUROPA PRESS 25/02/2016 07:19

El Grupo de Coordinación Cuadrilateral (GCC) --integrado por Afganistán, Pakistán, China y Estados Unidos-- dijo el martes que Kabul y los insurgentes mantendrían contactos directos en Pakistán en la primera semana de marzo.

Sin embargo, el portavoz de la oficina política del grupo en Qatar, Mohamad Naim, ha subrayado que los talibán no tienen constancia de estos planes. "No tenemos información en este sentido. Decir algo sería prematuro", ha agregado.

Naim ha recordado en este sentido que "el verdadero problema es la presencia de invasores extranjeros (en Afganistán)", apuntando que no hay solución al problema hasta que se retiren, según ha informado la emisora estadounidense Voice of America.

"No son condiciones, son realidades y hechos sobre el terreno, y sin hacer frente a ellos los problemas no se pueden solucionar. A menos que haya un compromiso (por parte del Gobierno) para solucionarlas, las dificultades aumentarán, no disminuirán", ha argumentado.

Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional de Afganistán, Hanif Atmar, ha reclamado a los insurgentes que aprovechen la oportunidad y participen en la ronda de conversaciones con el Gobierno.

"Si no aprovechan esta oportunidad, estamos decididos a adoptar acciones defensivas y de seguridad contra ellos", ha advertido, resaltando que se tomarán medidas contra los grupos insurgentes que no se unan al proceso de paz.

El Gobierno de Afganistán ha nombró el domingo a Ahmad Gilani, líder de una importante orden sufí, como nuevo jefe del Alto Consejo para la Paz en Afganistán.

El Alto Consejo para la Paz en Afganistán fue creado en 2010 por el entonces presidente Hamid Karzai con el objetivo de crear una plataforma que acogiera las conversaciones de paz entre el Gobierno y los talibán.

El último intento por la paz, que tuvo lugar el año pasado, acabó en el dique seco después de que los talibán reconocieran la muerte de su líder, el mulá Omar, que ha arrastrado a los insurgentes a la división sectaria.

El Gobierno de Kabul, en este sentido, aborda desde el pragmatismo unas nuevas conversaciones cuyo objetivo primordial es el de estudiar si las líneas maestras del plan de paz permanecen vigentes.